Alberto Gálvez3 min lecturaNeymar fue intervenido el pasado jueves 2 de noviembre “con éxito”, según los médicos, en Belo Horizonte de la rotura del ligamento cruzado anterior y de menisco de la rodilla izquierda sufrida jugando con Brasil contra Uruguay.
Estas eran las palabras del doctor de la selección brasileña, Rodrigo Lasmar: “Quedamos muy satisfechos con los resultados. Fue un éxito. Ahora debe seguir en el hospital 24 o 48 horas según su evolución”. Y aunque no se ha determinado tiempo concreto para su reaparición, se estima que dicho periodo no baje de los 8 meses.
Un plazo que en Arabia Saudí no están dispuestos a esperar, sobre todo, viendo las necesidades el equipo en la tabla. Tanto es así que, según el medio saudí Arriyadiyah, el Al Hilal ha decidido suspender temporalmente la inscripción del jugador brasileño en el equipo.
El técnico Jorge Jesús desea cubrir su plaza con la llegada de un lateral izquierdo este mercado de invierno. Según la normativa de la liga árabe, sólo se permite ocho fichas para jugadores no saudíes y ante la necesidad de reforzar el carril zurdo Neymar será el sacrificado.
El exjugador del FC Barcelona y PSG, entre otros, se perderá lo que resta de temporada y, casi con toda seguridad, la Copa América. Asimismo, no se descarta que diga adiós al fútbol árabe y al fútbol en general, porque a sus casi 32 años la recuperación de este tipo de lesiones ya no es la misma.
Lo que está claro es que Neymar atraviesa el peor momento de una carrera que ya se intuía que estaba pegando los últimos 'coletazos'. Cuando vuelva, el brasileño es consciente de que deberá demostrar antes que está totalmente apto para volver a exigir su salario.
En lo personal también se ha llevado un susto tremendo estos últimos días. Concretamente, cuando un grupo de hombres armados trataron de secuestrar el pasado martes a su hija recién nacida y a su pareja. Tanto Mavie, la niña, como Bruna Biancardi, su madre, se encontraban fuera de su domicilio en ese momento y resultaron ilesas. Al no realizar el secuestro, los asaltantes se llevaron varios bolsos, relojes y joyas.
Quienes sí sufrieron daños fueron los padres de Bruna, de 52 y 50 años, quienes permanecieron atados en el interior de la casa durante el asalto. Al final, fueron los vecinos quienes dieron la voz de alarma a la Policía al detectar un movimiento inusual en la casa. Los policías rodearon el domicilio y detuvieron a uno de los presuntos autores del asalto.