Tres de los cuatro primeros clasificados de la Premier League (Arsenal, Manchester City y Aston Villa) están dirigidos desde el banquillo por entrenadores españoles. Mikel Arteta, Pep Guardiola y Unai Emery se han ganado el derecho a estar entre los mejores entrenadores del momento. Pero el cuarto en discordia no les va a la zaga y también atrae gran parte de las miradas.
El Bournemouth de Andoni Iraola ya puede presumir de estar entre los diez mejores de la competición inglesa. Vencieron este miércoles por 0-1 al Wolverhampton Wanderers, gracias a un gol de Antoine Semenyo, y se elevan hasta la décima plaza, con 45 puntos.
Iraola, además, se llevó el 'derbi' ante Gary O'Neill, el técnico al que el Bournemouth despidió en verano para ficharle a él. Pese a que no existe ninguna clase de mal rollo entre los dos entrenadores, la victoria de este miércoles en el Molineux Stadium es la demostración de que la directiva del Bournemouth hizo bien en apostar por el español, con el que el club ha pasado de luchar por no descender a estar más cerca de Europa que de caer a la Championship. La sexta plaza, que ahora mismo ocupa el Manchester United, está a ocho unidades, mientras que el descenso, que lo marca el Luton Town, queda a veinte.
El triunfo ante los Wolves fue posible gracias a Semenyo, el hombre de los ocho goles en esta Premier, que aprovechó un balón mal despejado en el área para hacer el 0-1. Acabaron sufriendo los 'Cherries', que jugaron los últimos veinte minutos con un hombre menos por expulsión por roja directa de Milos Kerkez y vieron un gol anulado de su rival en el minuto 101 por fuera de juego, pero se marcharon con tres puntos de Wolverhampton que legitiman el trabajo de Iraola, que firmó el pasado verano con el conjunto inglés por dos temporadas, hasta 2025.
Por otro lado, el Liverpool se despidió de la Premier League de la peor manera posible, en el campo de su máximo rival. Los 'Reds', que necesitaban ganar para meter presión al Manchester City y perseguir al Arsenal, cayeron en Goodison Park ante el Everton y se dejaron casi todas sus opciones de ganar la Premier.
Necesitarán un milagro, en forma de pinchazos consecutivos de City y Arsenal para seguir optando al último título del adiós de Jürgen Klopp. Lo que hace no tanto se pensaba que podía ser un regalo de despedida en forma de póker de títulos, ahora no es más que agarrarse a la minúscula opción de que Arsenal y City implosionen.