Óscar Murillo4 min lectura"Estoy un poco desilusionado con algunos jugadores en concreto. Trabajamos mucho para llegar por fuera y luego no somos capaces de hacer un centro. Es un momento difícil, porque hemos perdido un derbi, pero hay que seguir adelante. Éramos el equipo con más personalidad en el primer tiempo. Cuando se pierde a Dybala, cambia todo, porque sin él tenemos menos calidad. Pero el gol que encajamos, además de ser un penalti de estos tiempos modernos, es un poco ridículo", apuntaba tras el partido en los micrófonos de Mediaset un apesadumbrado José Mourinho, que cargó contra los jugadores de la Roma tras la derrota este miércoles ante el eterno rival, la Lazio, por 1-0 en los cuartos de final de la Coppa de Italia, que se celebra, como en España, a partido único aún en esta fase. Un penalti convertido por Mattia Zaccagni al poco de la reanudación fue suficiente para que se impusieran los de Sarri.
Lo cometió el joven Dean Huijsen, hispano-neerlandés de 18 años formado en la cantera del Málaga CF y que la Juventus 'robó' en su día a Sevilla FC y Real Madrid, cediéndole en este mercado invernal al conjunto 'giallorosso'. Tras disputar la primera parte del encuentro de la Serie A ante el Atalanta, el central de 1,95 se estrenaba como titular y fue el triste protagonista de la acción decisiva, pues cometió la pena máxima sobre Matías Vecino. Fue un final intenso, que se alargó hasta el minuto 100 y que acabó con el español Pedro Rodríguez expulsado por un enfrentamiento con el argentino Leandro Paredes. También vieron la roja, por parte visitante, el iraní Sardar Azmoun (que suena como refuerzo nervionense este mes de enero) por una agresión a Luca Pellegrini y Gianluca Mancini por protestas reiteradas. Y todo pudo cambiar si llega a entrar la chilena postrera de Romelu Lukaku.
El 'Derby della Capitale' fue, además de polémico, un choque marcado por los incidentes entre los ultras, que se sucedieron por las calles de la capital transalpina y dentro del Olímpico. De esta forma, las fuerzas de seguridad informaron de que unos 400 radicales romanistas, muchos de los cuales tenían el rostro cubierto, arrojaron piedras y palos a los policías que intentaban detenerlos. Se produjeron enfrentamientos en la Piazza Mancini, el Viale Pinturicchio, la Via Sacconi y Via Cardinal Consalvi, respondiendo los funcionarios públicos con cargas y detenciones que evitaron una pelea multitudinaria con los hinchas albicelestes. En el interior del estadio, hubo disturbios entre los dos grupos de aficionados, con petardos, lanzamiento de bengalas y bombas de humo entre Distinti Sud y la Tribuna Tevere. Tres seguidores de la Roma fueron detenidos, aunque no hubo, más allá de cuantiosos daños materiales, otros heridos que hayan trascendido.