La 'morriña' de un sevillano que vive un exitoso 'Erasmus' en Portugal pero está listo para volver

Con 25 años recién cumplidos, Javi Montero lleva desde los 14 lejos de casa, pues el Atlético de Madrid lo fichó siendo cadete del Nervión; el Besiktas apostó por él y, tras sendas cesiones a Hamburgo y Arouca, se ve preparado de nuevo para LaLiga

La 'morriña' de un sevillano que vive un exitoso 'Erasmus' en Portugal pero está listo para volver
El central hispalense, derribado durante un duelo contra el Benfica. - CORDON PRESS
Óscar MurilloÓscar Murillo 4 min lectura

Nació en Las Candelarias en los albores de 1999 y se crio en casa de sus abuelos en Rochelambert. Con el Parque Amate como epicentro, la infancia de Javi Montero transcurrió en ese distrito de la zona sudeste de Sevilla. Estudio en el Colegio Altair, aunque su formación la terminaría en Madrid. Canterano del Sevilla FC, era un cadete de la AD Nervión cuando el Atlético de fijó en él. Desde entonces, cursa un 'Erasmus' avanzado que, tras hacer carrera como colchonero, lo ha llevado ya a Turquía, Alemania y Portugal, donde triunfa ahora. Cedido por el Besiktas en el Arouca, tras un paso previo por el Hamburgo, reconoce a ESTADIO Deportivo que escogió el país vecino como una forma de "invertir" en su propio "futuro" para ganar "confianza y visibilidad". Porque nunca tuvo reparos desde joven en sellar su pasaporte, pero, de nuevo "en el radar de otros clubes", se siente "preparado" para volver a LaLiga cuando le llamen.

En una cómoda posición clasificatoria, en esta villa del área de Oporto ha encontrado estabilidad, tras un curso en la Süperlig sin los minutos que esperaba. Tras el cambio en el banquillo auriazul de Daniel Sousa por Flavio Soares, lo está jugando todo. Y no es un decir, porque Montero se ha perdido escasamente dos minutos de un partido desde que aterrizara en la jornada 4 de la Liga lusa, más otros nueve en la Allianz Cup (Taça de la Liga); ninguno en la Taça de Portugal, con una prórroga incluida. "Estoy siendo importante de nuevo en un torneo muy vistoso, que es lo que quería", aclara el hispalense, con un objetivo que no se le borra de la mente: "Firmar por uno de los dos grandes equipos de mi ciudad sería un sueño". No se define, pues pasó por la Carretera de Utrera y, de hecho, estuvo en la órbita de Monchi cuando destacaba en Estambul y Diego Carlos se marchó al Aston Villa. Pero tiene familia bética y también consideraría un orgullo vestir algún día de verdiblanco, como otro 'exiliado', Luis Rioja.

Con 25 años recién cumplidos, le "encantaría" volver a España, pues, paradójicamente, no tener miedo en "ver mundo y salir fuera" se hace para "poder triunfar algún día en tu país". Si fuera a orillas del Guadalquivir, sería "espectacular", aunque Javi se lo toma con calma y sabe que la receta siempre es trabajo, trabajo y trabajo. Las recompensas suelen llegar así. "Experimentando en otro fútbol te cambia la visión; no me ha ido nada mal fuera, ni en el Atlético de Madrid ni en el Besiktas, pero me gustaría seguir creciendo en casa. Ahora, estoy en mi mejor momento en el Arouca, donde soy otro jugador, pues me encuentro francamente bien en lo anímico y en lo físico. Lo que tenga que venir, vendrá", sentencia para despedirse un emigrante con galones que atisba el regreso en el horizonte, aunque este central zurdo prefiere dar ese paso con la seguridad y el reconocimiento cosechado hasta la fecha.