El racismo sigue presente en Europa en general, y en el fútbol en particular. Este sábado le tocó al portero del Milan, Mike Maignan. El internacional francés disputaba un partido en el estadio del Udinese y no paró de escuchar insultos racistas. Tantos, que protestóe incluso abandonó el duelo. Estos actos han conmocionado al planeta fútbol, pero el español del equipo local, Gerard Deulofeu, ex jugador del Sevilla, ha querido ‘echar un capote’ al grueso de su “respetada” afición’, a la cuál “no representan” los racistas que profirieron los insultos.
"Este precioso estadio y esta maravillosa afición no representan a los racistas de ayer. Somos un club con valores y respetado por toda Italia, Europa y todo el mundo. Así lo seguirá siendo", posteó el futbolista catalán en su cuenta de 'X'. Lo de Maignan es una muestra más de lo instalado que están este tipo de descalificaciones en los campos de fútbol. Tras lo sucedido en España con Vinicius e Iñaki Williams en multitud de ocasiones en las últimos campañas, o con Dani Alves años atrás, en Italia también sufren está lacra.
Maignan se quejó al árbitro en los primeros minutos de juego por los insultos que recibía, tanto que se llegó a marchar a los vestuarios y el resto de sus compañeros del equipo rossonero, en un acto de gran compañerismo, le acompañaron dentro. Mientras los de Pioli decidían si continuar o no, el speaker solicitaba el fin de los cánticos.
La plantilla milanista volvió para continuar con el partido, mientras que los jugadores del Udinese se quejaban ante sus fanáticos por los insultos. La contienda pudo continuar desde ese momento, pero el colegiado avisó a ambos equipos de que si los cánticos no paraban, el partido se iba a suspender.
Maignan se ha pronunciado esta mañana en su cuenta de X, aludiendo a que no fue el jugador el atacado, si no “el padre de la familia.” No es ni la primera vez que le pasa, ni el primero que lo sufre, por lo que pone el foco en el “sistema”, que es quien “debe asumir la responsabilidad".
Para el 16 son culpables tanto “los autores de estos actos”; los espectadores que estaban en la tribuna, pero que “optaron por permanecer en silencio.; así como el Udinese y las autoridades. A quién si agradeció su actuación fue a sus compañeros y a los rivales. “Es una lucha difícil, que requerirá tiempo y coraje, pero es una pelea que ganaremos”, concluyó.