Neymar se ha convertido en la última estrella del fútbol mundial en dar el salto a la Superliga Saudí, un movimiento que meses atrás se antojaría impensable y que hoy por hoy se ha convertido en un auténtico fenómeno futbolístico desde que Cristiano Ronaldo diera el salto.
Tras más de un lustro en el PSG, el brasileño ya es nuevo jugador del Al Hilal, donde compartirá vestuario con otros ex del fútbol europeo como Rubén Neves, Koulibaly, Milinkovic-Savic o Malcom, ex también del Barcelona. En definitiva, una operación a golpe de talonario en la que Neymar ha firmado por dos temporadas a razón de cien millones de euros por curso. En total, 200 kilos libres de impuestos en conceptos deportivos que, además, podrían llegar hasta los 350 millones, teniendo en cuenta la partida publicitaria. El PSG, además, percibe por la transferencia unos 80 millones de euros más variables, por lo que todos contentos.
Sin embargo, no queda en lo económico el contrato. Sino que la operación de Neymar con destino a Arabia Saudí hay también una serie de cláusulas o exigencias bastante extravagantes que harán las delicias del sensacionalismo. Si unos emolumentos de unos 350 millones de euros por dos temporadas parecieran poco, según The Sun el el futbolista habría incluído también lujosas exigencias que le facilitarían su día a día en el país árabe.
Entre ellas, una mansión con 25 habitaciones en la que poder recibir a su familia y amigos. Además de que la misma tuviera una piscina de al menos 40x10 metros y tres saunas. Y con tanta casa, normal que requiera servicios doméstico. De ahí que Neymar solicitara también cinco trabajadores a tiempo completo para su casa, un ayudante de cocina para su chef personal y dos operadores de limpieza. Otro detalle curioso: una nevera para llenarla de su bebida favorita, el zumo de Açai.
A la altura de la casa estará, también, su garaje. El brasileño es todo un asiduo a los coches de lujo. Una flota que ha decidido no trasladar hasta Arabia Saudí, por lo que ha exigido al Al Hilal que le financie tres deportivos de alta gama que superan el medio millón de euros de valor: un Bentley Continental GP, un Aston Martin DBX y un Lamborghini Huracán.
Junto a los deportivos, el brasileño también ha solicitado cuatro Mercedes G Wagon, además de una furgoneta, también, de la marca alemana. Y ante tanto coche, Neymar también ha requerido un chófer durante 24 horas los 365 días del año.
Los días libres de los que disfrute Neymar también estarán sufragados por el Al Hilal, que se hará cargo de sus desplazamientos y actividades de ocio cuando esté de descanso. Es decir, que no sólo ganará 350 millones de euros en dos campañas, sino que todas las facturas que genere en hoteles, restaurantes y demás establecimientos que visite durante su tiempo de ocio serán enviadas a la sede del club para que éste las abone. Y no sólo en Arabia Saudí, pues el Al Hilal le facilitará también un avión privado tanto para el jugador como para los suyos siempre que estos lo necesiten.
Si sigues a Neymar en Instagram, lo habitual a partir de ahora es que comparta más de una instantanea de Arabia Saudí. Y no sólo porque quede prendido del país árabe, que quizá también. Pero todo será más 'bonito' en su nuevo destino si por cada post de Instagram en su cuenta personal que comparta le retribuyen 500.000 euros.
En definitiva, un retiro dorado que, sin embargo, Neymar no quiere prolongar en exceso. Según L'Equipe, el deseo del futbolista es no pasar en Arabia Saudí más de dos temporadas, pudiendo volver a Europa antes de disputar con Brasil el Mundial de 2026, que a priori sería su última oportunidad para sumar la ansiada sexta estrella.