Pep Guardiola es sin duda uno de los grandes entrenadores de la historia del fútbol, tal y como demostró cuando cogió las riendas del Fútbol Club Barcelona, al que encumbró al estrellato, consiguiendo un histórico triplete, y colocando a los culés como uno de los grandes equipos del siglo en tan solo cuatro años; pasando después al Bayern de Munich, donde no levantó la orejona, pero estuvo cerca y se mostró intratable en Alemania; y más tarde en Manchester, donde en los ocho años que lleva dirigiendo al City, lo ha convertido en el mejor equipo de Europa, y en el actual campeón (y máximo favorito a repetir) de la Liga de Campeones. Pero no todo es de color de rosas en su carrera, ya que en los muchos años que lleva en los banquillos, no son pocos los jugadores que una vez han salido de su cargo, han rajado de sus métodos.
El último en salir a la palestra para criticar al catalán ha sido Gabriel Jesús, actual jugador del Arsenal y al que dirigió con los citizens, que ha usado el altavoz del podcast Denilson Show para confesar que su entrenador le hizo querer dejar el City. Primero dejándolo sin jugar un partido para poner como delantero a Zinchenko, normalmente lateral, y en el siguiente partido también enviándolo a la banca sin explicación alguna de por medio. Esto le hizo buscar acomodo en Londres, donde pese a las lesiones es importante para Arteta.
No solo son futbolísticas las quejas sobre el de Santpedor, ya que Yaya Touré, al que tuvo en Barça y City, reconoció que al exjugador no le gustaban los jugadores africanos y tenía "problemas" con ellos, aunque posteriormente dio un paso atrás y rebajó el tono de su acusación. Tampoco guardan buen recuerdo en Alemania, donde dos veteranos del Bayern como Kimmich y Muller acabaron muy mal con él, deseando que se acaba su etapa, que catalogaron como una "mierda". En el Barça el más criticó fue Ibrahimovic, que directamente dijo que Pep era un "cobarde" como persona.
Son muchos más, ya que Etoo, Hleb, Alexis, Song o más recientemente Joao Cancelo, que antes de seguir bajo su mandato prefirió salir por la puerta de atrás de Manchester cuando mejor estaba, han tenido también sus más y su menos, pero este carácter conflictivo no le han impedido cimentar una carrera plagada de éxito. Ya es el segundo preparador con más títulos (37) de la historia, misma posición que ocupa en la tabla de partidos ganados de la Champions League y esa cifra solo va a seguir subiendo, ya que mientras esté en un banquillo, hay que contar con su favoritismo.