La Juventus de Turín se ha acostumbrado a ver cómo los problemas crecen. La entidad italiana fue la protagonista de uno de los mayores escándalos del fútbol mundial, el cual le llevó a la Serie B hace más de una década, y ahora, muchos años después y tras superar otros problema extradeportivos, se ve abocada de nuevo a un juicio que en esta ocasión seguramente no esperaba.
Ha sido defensa italiano Leonardo Bonucci, jugador del Unión Berlin, quien no olvida lo ocurrido en los últimos meses y ha optado por demandar a su ex equipo. El zaguero ha tomado esta determinación tras ver a los bianconeri apartarle del equipo cuando aún le restaba un año de contrato. Y no es que no contasen con él para los partidos, es que en su denuncia especifica que reclama daños profesionales y de imagen debido a la supuesta falta de condiciones adecuadas de entrenamiento y preparación, pues el club sólo le permitía ejercitarse por las tardes en horarios diferentes a los de sus compañeros, sin reunirse nunca con el cuerpo técnico.
A sus 36 años, Bonucci ha pasado unos meses realmente malos antes de resolver su futuro. Tras tener más que claro que no entraba en los planes de la escuadra italiana, hace escasos días cerraba su firma con el club alemán, el cual será rival del Real Madrid en la fase de grupos de la Liga de Campeones. Una vez asegurada su continuidad en el mundo del fútbol, han sido los medios locales los que han desvelado su decisión de demandar a la Juve.
Lo cierto es que Bonucci ha sufrido lo que en la práctica se entendería como un despido, ya que ni si quiere le dejaban utilizar las instalaciones del club. Básicamente se le negó el acceso al gimnasio, a la piscina y al restaurante, lo que llevó al defensa a abandonar el club, después de haber pedido repetidamente su reintegración en la plantilla, algo que nunca ha terminado ocurriendo.
Respecto a lo que ocurrirá con dinero que se pudiese conseguir de una indemnización, el jugador ha declarado que cualquier cantidad de dinero derivada de esta acción será donada a Neuroland, una asociación que apoya a las familias de los niños hospitalizados en la sala de neurocirugía pediátrica del Hospital Infantil Regina Margherita de Turín, y a Live Onlus, que compra y dona desfibriladores a clubes deportivos, escuelas y municipios, añadieron los medios.
En cualquier caso, se trata de un final triste para una aventura que le ha llevado a jugar más de medio millar de encuentros oficiales con la camiseta de los turineses y con la cual ha conseguido, entre otros logros, nueve ligas.