Nacho Cartes3 min lecturaEl Wolverhampton de Lopetegui iba ganando 1-0 al descanso al Crystal Palace y todo era felicidad en el Molineux Stadium. Pero nadie podía presagiar que esa felicidad iba a aumentar, al menos para dos personas. Están llegando fútbol muchas costumbres más habituales del deporte americano en las que los aficionados son los protagonistas, amenizan el descanso de los partidos y mantienen entretenidos a los seguidores. Además de hacer un guiño a los tuyos y que muchos de ellos puedan tener un momento muy espacial en sus vidas en el estadio de su equipo.
Lopetegui debía estar dando la charla del descanso, o podría estar ya volviendo a saltar al campo, cuando se produjo una pedida de mano. Un hecho insólito en el fútbol, algo que podemos estar más acostumbrados a ver al final de los partidos o los días de celebración importante, pero es mucho menos habitual en estas circunstancias. En el fútbol más modesto sí que se han repetido en más de una ocasión las pedidas de futbolistas a sus parejas los días en que celebran un ascenso. Este deporte no nos tiene acostumbrados a ver este tipo de imágenes en el máximo nivel.
En algunas ocasiones los clubes buscan que sus aficionados vivan un momento especial, pero que lo hagan tras el partido o un día cualquiera. Pero esta vez había delante 32000 espectadores. De ahí la cara de la avergonzada novia, futura esposa, que como suele ser habitual dio el: "Sí, quiero" para llevar aún más si cabe la felicidad al Molineux. Un estadio que vive un buen momento con su equipo y que tiene a su afición encantada con los suyos tras un comienzo de temporada muy difícil. Ahora suman tres victorias seguidas como locales.
Los Wolves ganaron 2-0 al Crystal Palace para redondear la fiesta de sus aficionados. Andersen en propia puerta, al comienzo del partido, y Rubén Neves, de penalti en los instantes finales, le dieron una nueva victoria a los de Lopetegui. Los 'lobos' ya suman 37 puntos y aventajan en 9 a las posiciones de descenso. Aunque tienen un partido más que el Everton, equipo que ocupa en estos momentos la última posición de descenso a Championship. Desde la llegada del exentrenador del Sevilla han salido de la zona roja de la tabla y en este último tramo están viviendo con mucha más tranquilidad de la que se podía esperar hace no mucho. De ahí que se puedan permitir hacer tan felices a los suyos y que se vea una pedida de mano en el descanso.