José Antonio Rivero3 min lecturaLa derrota de este lunes a domicilio frente el Udinese (0-2) certificó el descenso de la Sampdoria que dirige el serbio Dejan Stankovic, y en el que juega el español Jesé Rodríguez, a falta de cuatro jornadas para que termine la Serie A italiana.
El Dacia Arena de Údine ha sido testigo, en menos de una semana, de dos acontecimientos antagónicos en el mundo del fútbol. El pasado jueves vio cómo el Nápoles se convertía en campeón de la Serie A y este lunes cómo la Sampdoria certificaba matemáticamente su descenso a Segunda División tras once años consecutivos en la máxima categoría del fútbol italiano.
Eso sí, lo visto en Udine era algo que se esperaba. La 'Samp' sólo había sumado 2 de los últimos 18 puntos y sólo había ganado dos partidos desde que empezó el año. Stankovic, mítico jugador del Lazio y del Inter, no pudo remontar el vuelo de un equipo que ya apuntaba maneras cuando llegó el técnico, en octubre.
La Sampdoria, además, pasa por un momento muy complicado rozando la quiebra económica que podría relegar a un histórico del 'calcio' a la Serie D e incluso a la desaparición.
Los goles del argentino Roberto Pereyra y del marroquí Adam Masina, ambos en la primera mitad, dieron el triunfo a un Udinese que se coloca noveno, en plena pelea con el Fiorentina, el Torino y el Monza, todos ellos con 46 puntos, y con el Bolonia, con 45, por ocupar la octava plaza de la clasificación.
El delantero canario tenía firmado hasta el próximo 30 de junio, aunque el descenso de la Sampdoria hace que su continuidad en el conjunto italiano sea muy improbable.
Jesé puso rumbo a Italia el pasado 9 de febrero, unas semanas después de rescindir su contrato con el Ankaraguçu turco.
"Cuando me vaya de vacaciones tendré tiempo para pensar. Me gusta mucho la liga italiana, pero el futuro nunca se sabe", dijo Jesé hace algunas semanas, tras marcar su único tanto en Italia. La Sampdoria no podrá pagar el salario de Jesé, por lo que su continuidad es más que improbable imposible.
Al ex del Real Madrid o del PSG no le faltarán ofertas en verano, habiendo batido en Italia el récord de marcar en siete ligas distintas, pero lo cierto es que Jesé no se irá a cualquier sitio. Él y su familia ya lo pasaron muy mal en Turquía y seguro que antepone volver al fútbol español o un país similar al suyo, como hizo al aceptar a la Sampdoria.