La carrera de Jesé Rodríguez ha sido un auténtico tobogán deportivo. Cuando empezó en el fútbol se le presuponía una enorme carrera; tanto como para que incluso se creyese que podría tener sitio en el Real Madrid. Sin embargo, no solo no ocurrió así, sino que desde que abandonó la entidad blanca ha ido dando tumbos hasta verse prácticamente sin equipo en varias ocasiones. Sus últimas aventuras, UD Las Palmas y Sampdoria, tampoco le llenaron, ya que siempre quedaban dudas sobre su rendimiento.
Con tal recorrido, no pocos le daban ya por perdido, pero en un giro inesperado con su futuro de pronto se ha visto en un lugar en el que por fin declara ser feliz: Brasil. Así es, el jugador se ha trasladado al país sudamericano después de cerrar un acuerdo con el Coritiba, club con el que ya ha firmado su nuevo acuerdo. Antes de trasladarse a las oficinas, en el propio aeropuerto ha atendido a los medios para recalcar que está feliz por esta nueva etapa en su carrera.
"Estoy realmente feliz de llegar aquí, hablaremos más tarde en el club", comenta el delantero de 30 años, quien fue recibido por varios aficionados de la entidad brasileña, con los que se paró para hacerse fotos y para firmar un par de autógrafos a su llegada al aeropuerto, dejando claro que ha caído con buen pie en su nuevo club.
En cuanto a cómo será presentado a los aficionados, desde el Coritiba han señalado que en principio no tiene previsto realizar un acto de presentación oficial del jugador, que llega libre al club brasileño después de haber terminado su contrato con la Sampdoria de Italia, donde logró un gol y una asistencia en 11 partidos disputados.
Jesé, exjugador del Real Madrid y Paris Saint-Germain, entre otros, llega al Coritiba para ayudar al equipo a luchar contra el descenso a la segunda división. El Coritiba ocupa la última posición en el Campeonato Brasileño y, tras 21 jornadas, cuenta con 14 puntos, con lo que está a ocho de salir de la zona de descenso; es decir, en una situación prácticamente límite.
El equipo de la ciudad de Curitiba fichó también para la recta final del torneo al colombiano Sebastián Gómez, del Atlético Nacional; al argelino Islam Slimani, exjugador del Anderlecht de Bélgica, y al griego Andreas Samaris, que defendió al Rio Ave portugués. Se trata de un plan ideado para lograr una salvación que está realmente complicada.