Antonio José Medina4 min lecturaNo parecía la más equilibrada de las personas cuando jugó en el Sevilla FC, pero nada hacía indicar que las locuras de Quincy Promes iban a llegar al nivel que están alcanzando. El hoy jugador del Spartak de Moscú, donde está entrenador por el técnico sevillano Guille Abascal, ya tiene pendientes varios casos sonados en su país, que le podrían costar algunos años de cárcel, y ahora también suma un nuevo caso en Moscú que intentar sobornar a unos policías.
El caso podría quedar en nada, pero los medios rusos se han hecho eco de ello. Según éstos, el delantero neerlandés trató de que liberaran a unos amigos suyos, a los que habían encerrado por un asunto de drogas. Se personó en la comisaría donde se encontraban y exigió su liberación, como no accedieron, llegó presuntamente a ofrecer dinero -es el momento que se aprecia en el video que hay a continuación- a cambio de que los liberaran. Finalmente, no hubo pago ni quedó constancia de él -por lo que no habrá ninguna repercusión para Promes- y los detenidos quedaron en libertad poco después.
Aunque en Rusia no había trascendido que, hasta ahora, hubiera tenido algún problema, los líos con la justicia del ex del Sevilla vienen de lejos, de poco después que dejara el club hispalense para fichar por el Ajax de Amsterdam. Tras un primer año en el que volvió a brillar en su país, durante el periodo veraniego fue acusado por un primo suyo de haberle clavado un cuchillo durante una pelea. Eso provocó su venta inmediata y su regreso al Spartak, club desde el que llegó a Nervión.
Promes hirió en la pierna a su primo y la herida le dañó un tendón y le causó “lesiones graves en la rodilla”, algo que le ha producido problemas para caminar desde entonces. La fiscalía pidió por ello dos años de cárcel para el jugador del Spartak, aunque finalmente fue condenado a 18 meses de cárcel y pudo seguir jugando en Rusia.
Más grave es la otra acusación que pesa sobre él y que está relacionada con el tráfico de drogas. El internacional 'oranje' tiene un juicio pendiente en su país después de que la Fiscalía le procesara como sospechoso de estar involucrado en el narcotráfico por la presunta importación de más de 1.300 kilos de cocaína interceptados en dos cargamentos en el puerto belga de Amberes. Los hechos, que se han conocido este año, tuvieron lugar a finales de enero de 2020, cuando la policía logró interceptar dos lotes de 650 y 713 kilos. De ser condenado sí tendría que ingresar en prisión.
De momento, Promes sigue jugando en Moscú, donde tiene contrato con el Spartak hasta final de temporada. Allí suma cuatro goles y seis asistencias en los 12 partidos que su equipo ha disputado en lo que llevamos de temporada.