Sandra Romero4 min lecturaLa delantera fue una de las líneas en las que el Sevilla FC trabajó para reforzar el pasado mercado estival, llegando al cierre del mercado el danés Kasper Dolberg para apuntalar una punta de lanza en la que Rafa Mir y Youssef En-Nesyri venían evidenciando una aparente falta de gol desde el curso anterior, cuando ya en enero se intentó hacer lo propio con un Anthony Martial que no acabó de cuajar.
En un mercado en el que la planificación deportiva del Sevilla FC estuvo marcado por la economía del club, obligado a vender a su pareja de centrales titular para cuadrar las cuentas, Monchi y la dirección deportiva sevillista recibió ofrecimientos de todo tipo. Entre ellos, un Mauro Icardi al que el PSG quería darle salida y que este verano ha estado en la órbita, entre otros, de clubes como el Manchester United, si salía Cristiano Ronaldo, o el recién ascendido Monza, donde Berlusconi quería repatriarlo a la Serie A.
Con dos años de contrato por delante con el PSG, el principal problema de Icardi, lógicamente, era su elevado salario. Galtier, nuevo técnico del conjunto parisino, no contaba con él, de ahí que era un objetivo prioritario encontrarle destino, algo que se le encomendó a Jorge Mendes como intermediario.
El ex del Inter de Milán firmó por el PSG hace dos años a cambio de 50 millones de euros, una cantidad que en París tenían claro que sería totalmente imposible recuperar, dando por bueno librarse de su salario. Sin embargo, según la prensa turca, ni eso ha sido posible. Y es que la operación de Icardi por el Galatasaray, donde finalmente ha recalado, ha sido bastante más beneficiosa para los intereses del conjunto turco que lo que muchos podrían haberse esperado.
Según diversas fuentes, entre ellas el diario Le Parisien, el Galatasaray sólo se hará cargo este curso de un pequeño porcentaje del salario del argentino Mauro Icardi. En concreto, un 11%; o lo que es lo mismo, 750.000 euros del total de 6 millones de euros que Icardi tiene firmados por temporada como jugador del PSG.
En Francia ya tildan la operación de ruinosa. Pero no es la única, sino que ocurre lo mismo con Julian Draxler, al que el PSG le abonará también el 80% de su ficha mientras juegue en el Sporting de Portugal. A Layvin Kurzawa lo hará en un 60% mientras será futbolista del Fulham y en un 40% con Wijnaldum, en la Roma.
De esta forma, el PSG ha conseguido reducir su plantel de forma drástica, pero no lo ha conseguido con su masa salarial. El próximo verano, por tanto, se antojará el mismo problema para los intereses del conjunto parisino.