En pocos meses, Fabián Ruiz ha pasado de ser un jugador olvidado por la afición del París Saint-Germain a convertirse en una pieza importante del centro del campo de Luis Enrique, que cobra peso y que está llamado a dar un paso al frente ante la ausencia de Warren Zaïre-Emery, que se lesionó con su selección en esta venta. El canterano del Real Betis, de 27 años, tenía el cartel de 'En venta' sobre la espalda al término de la pasada campaña, cuando era considerado uno de los ejemplos de fichajes sin relieve que cabreaban a la grada del Parque de los Príncipes.
La llegada de Luis Enrique al banquillo parisino no parecía augurar nada en favor del futbolista de Los Palacios y Villfranca (Sevilla), que fue convocado por el propio técnico español para la Eurocopa de 2021, pero que desde entonces desapareció de su radar, con el trasfondo de una bronca entre ambos que ninguno de los dos ha confirmado. Los meses transcurridos han ido cambiando los presagios sobre el andaluz, que, con el paso de los partidos, ha ido ganando volumen de juego hasta el punto de convertirse en un elemento clave en el esquema del asturiano.
Su actuación el pasado viernes frente al AS Mónaco recibió alabanzas de toda la prensa francesa, que la considera su mejor partido desde que viste la camiseta del PSG. Al fin, Fabián dio el paso adelante que todo el mundo esperaba. El ex del Betis y Nápoles, de forma discreta, ha ido asentándose en París y en el club. Esta temporada lleva ya 14 partidos, seis de ellos como titular, una proporción que ha ido en aumento.
La salida de Marco Verratti le abrió más opciones de juego y la baja por lesión hasta final de año de Zaïre-Emery, que se ha erigido como el patrón del centro del campo parisiense pese a sus 17 años, abre para el sevillano una ventana de oportunidad para afianzarse en el centro del campo y, quien sabe, si replantearse también una salida en enero que hasta hace poco se daba por más que probable.
El test de este martes en la UEFA Champions League contra el Newcastle -uno de sus muchos pretendientes-, decisivo para la clasificación de los parisinos para los octavos de final de la Liga de Campeones, puede marcar el futuro de un jugador que ha logrado asentarse en la capital gala.
Luis Enrique le ha colocado en la parte derecha del centro del campo y el jugador sevillano ha encontrado una buena complicidad con Achraf Hakimi y Ousmane Dembelé, lo que ha permitido al equipo equilibrar ese sector del esquema, a veces debilitado por las veleidades ofensivas del marroquí y la falta de rigor defensivo del francés. Fabián se ha convertido en una pieza esencial en la voluntad del técnico español de mantener la posesión del balón, gracias a su instinto técnico con el que colma las lagunas físicas y su falta de velocidad.
A ello suma su naturaleza ofensiva y su notable golpeo desde lejos, que hacen de él un arma preciosa para el equipo en el sector donde más necesidad hay. Asociado al uruguayo Manuel Ugarte, que aporta más volumen defensivo, Ruiz tiene más libertad creativa, que es donde el PSG tiene ahora más necesidades. El ex jugador del Nápoles, en paralelo, parece sentirse cómodo en París, una ciudad que no ha planeado abandonar ni cuando sus minutos en el césped caían con cuentagotas.
Asentado en un barrio residencial de las afueras de la capital, Ruiz tiene un cocinero propio y un entrenador personal que le ayuda a completar las sesiones con el club. Su moral no ha decaído y su fe en triunfar en el PSG permanece intacta. Ahora, llega la hora de demostrarlo y las próximas semanas, claves para el PSG, pueden también marcar su futuro en el club parisino.
Luis Miguel Pascual / EFE