No es habitual que los entrenadores españoles hagan carrera en el fútbol africano. Y menos aún, que pasen por cuatro países distintos en dicho continente y otros dos de Asia. Es el caso de Juan Carlos Garrido, que en LaLiga vivió la cara y la cruza de este deporte.
Primero saboreó las mieles del éxito con el Villarreal, al que dio el salto tras lograr un histórico ascenso de su filial a Segunda división. Ya con el primer equipo castellonense, acabó la temporada tras la destitución de Ernesto Valverde en la 09/10, logrando la clasificación para le Europa League. Y en esa misma competición alcanzó las semifinales en la 10/11, en la que dejó a los amarillos en la cuarta posición de LaLiga, siendo destituido mediado el curso siguiente.
Pero su gran cruz llegó en el Betis, donde aterrizó tras una primera experiencia en el extranjero, a las órdenes del Brujas belga. Como técnico verdiblanco, Garrido duró apenas un mes, en los que dirigió 10 partidos. Sólo logró dos triunfos, ambos en Copa del Rey, y nada pudo hacer para revivir a un equipo que acabó perdiendo la categoría en la 13/14.
Ese fracaso fue como un punto de inflexión en su carrera. Si siguiente equipo fue el El Ahly de Egipto, donde levantó la Supercopa de dicho país y la Copa Confederación de la CAF, sus primeros títulos como entrenador profesional. Dos éxitos que le sirvieron para hacerse con un nombre en África, donde ahora se ha embarcado en una nueva aventura. Tras pasar también por Marruecos y Túnez, el valenciano ha firmado por un año con el USM Alger de Argel.
El objetivo, precisamente, es revalidar el título en la Copa Confederación, que Garrido levantó por segunda vez en 2018 con el Raja Casablanca, con el también ganó la Copa del Trono. Un ambicioso reto al que se suma la necesidad de levantar el vuelo en la Ligue 1 de Argelia, donde su nuevo equipo marcha décimo segundo, con tres puntos en su casillero después de tres jornadas disputadas, buscando con este cambio en el banquillo meterse de lleno en la zona alta. Ha dirigido al Ismaily de Egipto, el Al Ettifaq de Arabia Saudí, el Wydad Casablanca marroquí, el Al Ain de Emiratos Árabes Unidos y Étoile du Sahel de Túnez.
Una larga carrera lejos de España, a sus 54 años, que sólo tuvo un breve paréntesis con su paso por el Castellón en 2021. Solo estuvo 19 partido para intentar reflotar al equipo blanquinegro en Segunda división y volvió a ser destituido, lo que le animó de nuevo a hacer las maletas rumbo a su continente preferido.