Jorge Sampaoli es un adicto a los banquillos. El argentino de 64 años es uno de esos entrenadores que por momentos parece que están deseando dejarlo, pero que en cuanto salen solo tienen en mente coger otro equipo para volver a la pelea. Pues bien, tras no terminar de encontrar su camino en el Flamengo, ahora se prepara para retornar a Europa, más exactamente a una competición que bien conoce cono es la Ligue 1 francesa.
Según informa L'Equipe, lo que hace pocas horas era una toma de contacto se ha terminado por convertir en una negociación que avanza sin frenos. Así, no sería sorpresa alguna que en un breve periodo de tiempo se anunciase que Sampaoli es el nuevo entrenador del Stade de Rennes.
Como decimos, el entrenador sudamericano conoce sobradamente el torneo de Francia, ya que mediado el curso 2020-21 se hizo cargo del Olympique de Marsella, club al que llevó en la temporada siguiente hasta el subcampeonato. Pese a tan buen hacer, sus problemas con la directiva le llevaron a marcharse y unirse al Sevilla FC, donde no le fueron tan bien las cosas y fue destituido. Su última aventura tuvo lugar en Brasil, dirigiendo al Flamengo.
Pese a que la entidad gala sopesa otras opciones para su banquillo, Andrés Onrubia de diario AS señala que en estos momentos Sampaoli es el gran favorito para suceder a Julien Stephan a los mandos de los bretones, quienes en estos momentos ocupan la 13ª posición en liga con 11 puntos; es decir, solo un por encima de los puestos de descenso que marca el Saint-Étienne con 10 unidades.
Pese a que sus últimas aventuras no han terminado demasiado bien, en la escuadra del norte de Francia creen que es la persona indicada para sacar el proyecto adelante, uno en el que el nivel de la plantilla parece estar por encima de los resultados cosechados con piezas como Amine Gouiri o Adrien Truffert.
Si el entrenador argentino de caracteriza por algo es por no dejarse llevar por corrientes o modas. Con una filosofía tan propia como rebelde, siempre vive en esa fina línea que separa el éxito de un genio del fracaso más estrepitoso. Además, su gran personalidad le hace proclive a que las chispas salten allá por donde pasa; eso sí, hablando puramente de encontrar un revulsivo, pocos hay como él.