Es curioso cómo cambian los escenarios en un fichaje. Lo que un día parece claro y acordado, al día siguiente puede tornar y derivar en otro destino. Complejidades del mercado estival. Un culebrón vivió Angeliño este verano. El lateral recibió numerosas ofertas, y acaba en la, a priori, menos convincente.
La llegada de David Raum por 25 millones de euros al lateral izquierdo cerraban las opciones al defensor español. La continuidad se había complicado y su destino pasaba lejos del Leipzig. Cotizado en el mercado, incluso el FC Barcelona preguntó sobre la situación personal del jugador.
El candidato y elegido era Marcos Alonso como primera opción, pero había más nombres por si fallaba el lateral blue. La misión era encontrar un recambio a Jordi Alba para ofrecerle más descanso este curso. Con la intromisión del Chelsea en el fichaje de Marc Cucurella cuando era el conjunto de Pep Guardiola quien maniobraba y llevaba los hilos de la operación, aparecieron los londinenses para hacerse con los servicios del ex del Getafe. Puerta abierta para Marcos Alonso y cerrada para Angeliño.
Fue ahí cuando entró en escena las demás ofertas que había sobre la mesa. Finalmente se quedará en Alemania de la mano de André Breitenreiter, entrenador del Hoffenheim. Suma el técnico un puñal por la banda izquierda. Un jugador con un físico prodigioso y que aporta profundidad continua al equipo.
Aunque tuvo una buena campaña con el Leipzig (asistó en 13 ocasines), fue en su andadura en el Red Bull en la campaña 2020/2021 donde llegó a anotar ocho goles en todas las competiciones que disputó. El Hoffenheim firma contundencia, velocidad y polivalencia al equipo con la llegada de Angeliño.