El brasileño Casemiro provocó un auténtico terremoto hace dos veranos cuando, tras una negociación exprés, decidió dejar el Real Madrid, en el que era pieza fundamental, para marcharse al Manchester United e iniciar una nueva aventura en la Premier League. Una decisión impulsada por la espectacular oferta económica que los Red Devils le pusieron sobre la mesa.
Esta apuesta le salió bien en el apartado económico y en protagonismo sobre el terreno de juego, pues hoy día, a nivel de títulos, el Real Madrid tiene mayores aspiraciones que los de Old Trafford, lejos de su época más gloriosa en la que arrasaba en el campeonato liguero. No en vano, el brasileño se erigió en una pieza clave en los planes de Ten Hag y terminó el curso como uno de los mejores centrocampistas de la Premier League, cumpliendo, por ende, con las expectativas que había despertado su fichaje.
Sin embargo, esta campaña ha cambiado su suerte por completo y ha padecido hasta el momento un calvario de lesiones que lo ha apartado de los terrenos de juego demasiado tiempo y que le ha impedido ayudar lo que desearía a un United que ocupa ahora mismo la sexta plaza. De hecho, cayó lesionado en el partido copero contra el Newcastle el pasado 1 de noviembre, después de haber superado otra lesión, con problemas en los isquiotibiales que le han mantenido en el dique seco hasta el momento, perdiéndose esta campaña un total de doce partidos, ocho en la Premier League y cuatro en la Champions.
Sin embargo, Casemiro empieza a dejar atrás esta pesadilla para alegría de su entrenador, pues, después de un mes sin contribuir en el terreno de juego, ha vuelto a trabajar sobre el césped en los entrenamientos, lo que ya es un gran paso en una recuperación complicada en la que el futbolista se ha enfrentado a una situación que no vivía desde hacía tiempo, ya que desde 2016 no sufría una lesión de larga duración.
Todavía no hay fecha fija para entrar en una lista de Ten Hag, si bien, una vez que ha saltado al campo, se espera que en próximas fechas vuelva a apuntalar el centro del campo de un Manchester United que atraviesa por una crisis en todos los sentidos, con problemas deportivos y más allá del terreno de juego. El técnico neerlandés está convencido de que Casemiro volverá a poner orden en el vestuario cuando se consume por completo su recuperación.