Si por algo se ha caracterizado Carlos Tévez a lo largo de su carrera como futbolista es por ir siempre con la verdad por delante, ser una persona transparente y decir lo que piensa claramente. Eso, tanto en el trabajo como en la vida te puede jugar malas pasadas, pero a sus 39 años Tévez es así y seguirá siendo así. Por eso, el ahora técnico del Club Atlético Independiente ha vuelto a la palestras por unas declaraciones, o más bien reflexiones, sobre la realidad del fútbol tanto e Argentino como en toda Sudamérica.
El preparador argentino no dudó en hablar sobre la falta de educación básica en muchos de los jóvenes futbolistas que llegan a la Primera división argentina, además de las evidente falta de necesidades básicas producto de la pobreza del país. "Ahogo a los jugadores y los hago resolver problemas matemáticos. Tres de esos chicos me dijeron que no sabían ni sumar ni restar. Ahí está la pobreza", reconoció Tévez.
Tres frases que han dado la vuelta al país y que ha puesto de relieve la cruda realidad que viene Argentina y como ejemplo puso un caso particular que le ha pasado en los entrenamientos con el 'Rojo'. "Hago un ejercicio de velocidad, relacionado con neurociencia. Cuando el jugador está ahogado físicamente le hago que me solucione un problema, por ejemplo 2+2. Tres de los chicos que hoy tenemos en el plantel me dijeron que no sabían sumar ni restar... jugando en Primera", desveló Tevez.
"Ahí está la pobreza. Le podemos llevar a un chico comida, lo podemos ayudar con un montón de cosas, pero el estudio... que se sepa defender, que sepa leer lo que está firmando y no la caguen", siguió explicando en su entrevista en 'El Nueve'.
Por todo ello y pese al revuelo causado con sus reflexiones, Tévez reveló que tiene entre manos un proyecto con el club para no solo educar en lo futbolístico. "Estamos armando un proyecto con el club para ponerles un profesor y después de los entrenamientos pasen dos horas estudiando. Si vos no sabes lo que estás firmando en un contrato es muy difícil salvar a tu familia", recordó.
Y es que Tévez sabe muy de lo que habla, porque lo vivió en primera persona, saliendo de una familia con muchas necesidades para triunfar en el fútbol. "Nosotros fuimos pobres pero a nuestros viejos los veíamos levantarse a las 6 de la mañana y volver a las 7 de la tarde llenos de cal, con los pantalones rotos. Tu papá se rompía la cabeza para traer la plata a la casa y vos tenés que saber leer, expresarte, para saber si te están diciendo la verdad", rememoró un Carlos Tévez que ahora intenta inculcar esa filosofía a sus propios hijos."Al costarnos tanto, a veces pecas en darle todo (a los hijos) sin pensar que le estás haciendo un daño. La humildad se entrena, la humildad empieza desde los valores. Si te va bien en la escuela tienes un premio. ¿Quieres un juguete? Gánatelo, pon la mesa, haz algo para ganártelo", finalizó Tevez.