Cerrada la fase de clasificación para la Eurocopa de 2024 como uno de los cinco mejores primeros, lo que permitirá ser cabeza de serie en el sorteo, la selección española no volverá a entrar en acción hasta marzo, cuando disputará dos amistosos ante Colombia y Brasil. Serán los últimos choques previos a la lista de De la Fuente para el torneo continental que se celebrará en Alemania entre los meses de junio y julio.
No cabe duda de que el técnico riojano ya tiene su bloque hecho y no será fácil que aparezcan sorpresas en su convocatoria. Pero hay jugadores que sigue insistiendo y mandándole continuos mensajes. Es el caso del bético Isco, uno de los futbolistas más destacados de LaLiga EA Sports, y también de Álvaro Djaló.
El futbolista de origen guineano, nacido en Madrid, suma y sigue con el Sporting de Braga, brillando además con luz propia en el escaparate de la Champions, donde este pasado miércoles apareció para sostener con un tanto decisivo al conjunto portugués, que se jugará su clasificación a los octavos de final ante el Nápoles en la última jornada de la fase de grupos.
Cuando el Braga parecía condenado por la expulsión de Sikou Niakaté a la media hora y perdía 0-1 ante el Union Berlín, en un arranque de orgullo, apareció Djaló para aprovechar un robo en el centro del campo de Ricardo Horta que acabó en un mano a mano ante Ronnow que no desaprovechó el jugador español, que sigue haciendo de ese modo méritos para cumplir su sueño de jugar con el combinado nacional.
De este modo, el extremo suma ya 12 goles en lo que va de temporada, dos de ellos en la máxima competición continental, a lo que se añaden tres asistencias. Unos números espectaculares que ya le sirvieron para entrar en la prelista de De la Fuente de cara a los últimos partidos ante Chipre y Georgia. Finalmente, no llegó a dar el paso de estar en la convocatoria definitiva, pero Djaló lo sigue intentando.
Al mismo tiempo, este rendimiento hace que se mantenga alerta el Athletic Club, en el que podría jugar tras formarse en el País Vasco, concretamente en la Sociedad Deportiva Begoña. Nadie esconde que se trata de uno de los grandes objetivos del club bilbaíno de cara a la próxima temporada y el propio jugador es consiente de que, a sus 24 años, en verano no le faltarán ofertas. Por ello, en su reciente renovación hasta 2027 con el Braga pidió no subir su actual cláusula de rescisión, fijada en 20 millones de euros, según apuntó Relevo, aunque algunos medios lusos informaron de que había pasado a 40 kilos.