Está triunfando ahora en el Olympiacos, su cuarto club de elite desde que abandonara en 2014 la cantera del Sevilla FC. Ahí, Diego Martínez grabó su nombre con letras de oro al frente del juvenil A, pero también fue responsable del primer filial y segundo entrenador con Emery, Míchel y Víctor Sánchez del Amo. CA Osasuna, Granada CF y RCD Espanyol fueron forjando al gran entrenador que ya asomaba en blanquirrojo, hasta el punto de que el ex bético Antonio Cordón no dudó sobre qué técnico elegir en su primer proyecto en El Pireo. El resultado ha sido inmediato: clasificación para la fase de grupos de la Europa League, después de superar dos rondas previas, y liderato en la Super League 1 con pleno de puntos.
"Me atrajo guiarme por mi instinto. La primera razón para venir fue poder entrenar a un grande. Olympiacos es como el Real Madrid de Grecia, con lo exigente que es eso. Y también creo en las personas. Trabajar con Antonio era una motivación añadida. Este reto es apasionante", apunta el gallego en una entrevista con Canal Sur Radio en la que, entre otros temas, repasó su vinculación con la entidad nervionense a finales de la 21/22, con Julen Lopetegui al borde del despido. "Esa noticia me perjudicó. Se dijeron muchas cosas que no eran ciertas. La discreción en el fútbol es algo que valoro mucho. Siento cariño y agradecimiento hacia el Sevilla; estuve ocho años en la casa. Pero que tenga que salir un director deportivo a desmentirlo... Había un compañero que se estaba jugando una temporada ante el Atlético de Madrid No me gustó; al final, salió todo bien para el Sevilla, que es lo importante. No comulgo con la mentira”.
Por aquel entonces, Monchi se tomó muy mal que se publicara que ya tenía un acuerdo con Diego Martínez, calificando la información de "falsa" y "hecha con muy mala leche", avisando a los periodistas: "Si quieren ir contra el director deportivo, no van a poder; contra mi equipo, jamás. Han intentado desestabilizar, pero, afortunadamente, no lo han hecho, porque este equipo tiene casta y coraje". En este sentido, el preparador de Vigo, que tiene contrato hasta 2025 en tierras atenienses, no se atreve a pronosticar un hipotético regreso a la que fue su casa. "Cuando ganas, te acercas a todos los banquillos y, cuando pierdes, te alejas... Te alejas hasta del tuyo. Yo me tomo así esta profesión", zanjó en el ente autonómico.