Didier Digard llegó a España el verano de 2015, cuando el Real Betis lo fichó como agente libre tras acabar su contrato con el Niza. En su primera temporada como verdiblanco disputó diez encuentros, siendo cedido el siguiente verano a Osasuna, club con el que sólo pudo jugar tres partidos porque sufrió la rotura del ligamento cruzado. Posteriormente fichó por el Lorca FC, donde sólo disputó seis partidos y colgó las botas.
Tras su retirada en España, Digard volvió al Niza para ser entrenador de los juveniles y luego del filial, llegando al primer equipo como ayudante de Lucien Favre. En enero de 2023 fue nombrado técnico interino tras la destitución de Favre, obrando un 'milagro' desde entonces.
Desde que asumiera el cargo de primer entrenador el 10 de enero, el Niza ha disputado 10 partidos de liga, sumando seis victorias y cuatro empates. El ex de Betis y Osasuna ha dado un giro radical a un equipo que cuenta con grandes nombres como Kasper Schmeichel, Todibo, Dante, Aaron Ramsey o Nicolas Pépé.
Con Digard en el banquillo, el Niza ha pasado de la posición número 11, cuando estaba más cerca del descenso que de Europa, a la séptima, colocándose a solo cuatro puntos de los puestos de acceso a competición europea. Tal es el nivel que están mostrando él y el equipo que el Niza se ha decidido a pagar los 25.000 euros semanales de multa que le cuesta tener a Digard en el banquillo, puesto que todavía no tiene el título necesario para ser primer entrenador en Francia.
El otro entrenador que permanece invicto en la Ligue 1 es Will Still, técnico del Reims.
El caso de Will Still es todavía más curioso que el de Digard, puesto que Still, de origen belga, comenzó en el mundo del fútbol como analista de vídeo para el Sint-Truiden de su país, un puesto que después desempeñaría en el Standard Lieja y en el Lierse SK, siendo este último el que le dio la oportunidad de ser segundo entrenador y más tarde técnico interino.
Still llegó al Stade de Reims como segundo entrenador del español Óscar García, quien fue cesado en octubre de 2022 tras conseguir sólo una victoria en los primeros diez partidos de la liga francesa.
El joven entrenador, de tan solo 30 años, que se formó jugando a un popular videojuego como el 'Football Manager', ganó sus primeros cinco partidos como técnico y el club decidió seguir con él.
Al igual que Digard, Still no tiene la licencia A de UEFA Pro, por lo que el Reims paga una multa de 25.000 cada partido que se sienta en el banquillo.
Will Still acumula 19 encuentros sin conocer la derrota desde que debutó y tiene al equipo en puestos de Conference League, siendo precisamente con quien el Niza de Digard lucha por entrar en Europa.