Lo dice un Balón de Oro: "No me gusta que las mujeres comenten partidos"

Todo lo ocurrido en relación a la Selección Española de fútbol tras el beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso ha conllevado una marea de concienciación en contra de la discriminación de la mujer en el mundo del fútbol que contrasta por completo con las declaraciones que ha realizado Kevin Keagan, dos veces Balón de Oro, y exentrenador de la selección inglesa, que, de haberlas hecho en España, habría causado mucha más polémica.

Y es que Keagan no se cortó a la hora de afirmar que no le agrada que haya mujeres comentaristas en televisión en los partidos que disputa el combinado inglés. Así, en un coloquio en la ciudad de Bristol, ante unas 250 personas, soltó una barbaridad y dejó claro que no considera a una mujer apta para este trabajo por falta de experiencia y conocimientos, una barbaridad que después se vio obligado a matizar.

"No estoy muy entusiasmado con eso, tengo que ser honesto, y puede que no sea una opinión que todos compartan. No me gusta escuchar a las mujeres hablar de la selección inglesa durante un partido, porque no creo que sea la misma experiencia. Tengo un problema con eso", señaló con rotundidad Keagan, que en vista de que había cometido un error al admitir lo que realmente piensa, destacó el buen trabajo de las comentaristas más conocidas en los partidos de fútbol masculino, casos de Jill Scott, Karen Carney y Alex Scott.

Eso sí, lo matizó pero sin dar marcha atrás en su punto de vista, porque así lo cree. "Entre los presentadores que tenemos ahora, algunas mujeres son tan buenas o incluso mejores que los hombres. Es un gran momento para ellas. Pero cuando escucho a una jugadora de fútbol inglesa decir algo sobre Inglaterra vs Escocia en Wembley y dice: 'Si estuviera en esa posición, habría hecho esto', no creo que sea lo mismo. No creo que haya tanta superposición".

Después de generar muchísima polémica con ese comentario, contó una anécdota para suavizar el ambiente con el fútbol femenino. "Cuando era seleccionador de Inglaterra, una vez entrené a las mujeres de Inglaterra. Fueron mucho mejores de lo que pensé que serían. Participé jugando con ellas. No pude coger el balón y una de ellas me hizo un 'caño' que me hizo mucho daño", señaló entre risas. Una especie de rectificación que no ha impedido que su apreciación haya dado la vuelta al mundo.