Descendió con el Málaga y actualmente brilla en Europa como pichichi

Casi nunca ha sido profeta en su tierra. Así se podría resumir la curiosa historia de un goleador español que ha triunfado en varios países, pero que nunca ha logrado despuntar en su país de origen. Se llama Fran Sol, tiene 31 años y, a pesar de haber registrado guarismos excelentes en otras competiciones, nunca ha marcado en LaLiga. De hecho, apenas si ha dispuesto de oportunidades, pues solo ha disputado dos partidos y al principio de su carrera, en el Villarreal.

Buena prueba de que el fútbol español se le resiste y que, en cambio, encaja en ligas de otros países, es que el delantero formado en el Real Madrid ha pasado de rendir de manera muy discreta en el Málaga, que descendió a Primera RFEF, a erigirse de nuevo en pichichi más allá de las fronteras nacionales.

Así, tras militar en Segunda con el Tenerife, donde sí firmó 10 goles, y el Eibar, la temporada pasada jugó en La Rosaleda como un fichaje estrella, pero la realidad es que no terminó de cuajar, con un pobre bagaje de tres goles y una asistencia en 32 partidos. El madrileño había estado cedido en estos tres clubes por el Dinamo Kiev, del que se desvinculó este verano para poner rumbo a Chipre y enrolarse en las filas del AEK Larnaca.

Fran Sol, como era de esperar a tenor de su historia, no ha tardado en recuperar su olfato goleador y ya se ha convertido en un ídolo en el país chipriota, tal como lo fue en Países Bajos en su paso por el Willem II. No en vano, después del fiasco en el Málaga, el delantero ya encabeza la lista de realizadores en la Protathlima Cyta, con un total de seis goles en tan solo siete partidos, lo que da una idea de cómo ha sido su arranque en el AEK Larnaca, donde lo ha jugado prácticamente todo.

El punta español marcó cuatro goles en su segundo partido en el campeonato chipriota y luego más adelante firmó un doblete, a lo que se suma la asistencia servida en la fase de clasificación para la Europa League.

Números que no sorprenden por su trayectoria lejos del fútbol español, sobre todo en la Eredivisie neerlandesa, donde se hizo un nombre en el catálogo de delanteros más prolíficos con tres grandes temporadas con dos dígitos en su cuenta. De hecho, con el Willem II anotó 10, 16 y 13 dianas y en la 17/18 ocupó durante un tiempo el primer puesto en la clasificación de realizadores, lo que resulta muy significativo en un club alejado de la elite en Países Bajos. Ahora, de nuevo en el extranjero, ha vuelto por sus fueros.