Lo que empezó como una operación grandiosa para Cristiano Ronaldo se ha terminado convirtiendo en una pesadilla.
El portugués pasó a ser el futbolista mejor pagado de la historia del fútbol el pasado mes de enero, cuando firmó por el Al Nassr de Arabia Saudí. Los cerca de 200 millones de euros por temporada le convirtieron en un jugador aún más rico, aunque Cristiano está descubriendo que el dinero no da la felicidad.
La adaptación de Cristiano Ronaldo y su familia a Arabia Saudí no ha sido la esperada, dándose cuenta de las muchas diferencias que el país asiático tiene con respecto a cualquier país europeo.
Ronaldo ha disputado 17 partidos desde que llegase al Al Nassr, 14 de ellos en la liga saudí, dos en Copa y otro en la Supercopa de Arabia Saudí. Más de 1.400 minutos de juego en los que ha sido capaz de anotar 13 goles, pero en los que se le han escapado varios títulos.
El entorno del jugador luso, según Mundo Deportivo, estaría empezando a decir a la opinión pública que el astro portugués quiere abandonar el club y el país para regresar a Europa o buscar otros países que se adapten mejor a él.
Si Cristiano Ronaldo decide marcharse y romper unilateralmente su contrato con el Al Nassr, el portugués tendrá que indemnizar al club saudí por los dos años que tiene aún de contrato, una indemnización que viene recogida en el reglamento de la FIFA.
"En todos los casos, la parte que rescinde el contrato se obliga a pagar una indemnización", dice el artículo 17 del Reglamento sobre el Estatuto de Transferencia de Jugadores de la FIFA.
"La remuneración y otros beneficios que se adeuden al jugador conforme al contrato vigente o al nuevo contrato, el tiempo contractual restante, hasta un máximo de cinco años, las cuotas y los gastos desembolsados por el club anterior (amortizados a lo largo del periodo de vigencia del contrato), así como la cuestión de si la rescisión del contrato se produce en un periodo protegido", dice dicho reglamento sobre la cuantía de la indemnización.
Además de la mencionada indemnización, Cristiano también sería sancionado deportivamente, algo que a sus 37 años no se podría permitir, puesto que serían alrededor de cuatro meses sin poder jugar. Ante esto, lo más lógico sería pensar que el portugués llegase a un acuerdo para rescindir su contrato, tal y como hizo con el Manchester United, aunque los saudíes no estarían por la labor de dejarle marchar.