El ‘caso Dembelé’ ha dado la vuelta al mundo, convirtiéndose en una de las noticias más destacadas de los últimos días. Hoy precisamente, el avance en la operación ha hecho que el nombre del futbolista sea el más sonado del día, sobre todo una vez que se ha descubierto la grandiosa cantidad de dinero que recibirá el delantero por parte del PSG. Aunque esta sea la parte de todo este mercado de fichajes más popular, la realidad es que existen otras partes que se han visto implicadas en estos movimientos.
Bernardo Silva ha sido otro de los jugadores bastante sonados de este periodo estival, ya que los mismos clubes implicados en el ‘caso Dembélé’, también se encontraban en una lucha por hacerse con los servicios del portugués.
Sin embargo, tras largas semanas de disputas entre el club parisino y el Barça realizando la mejor puja posible al Manchester City, el PSG ha decidido retirarse de la operación en la que ha gastado tanto tiempo dándole una clara ventaja al club azulgrana.
Esta retirada no es casualidad, sino un símbolo de victoria, ya que el PSG considera que con la prácticamente llegada oficial de Dembélé hacia su equipo, ya ha obtenido todo lo que deseaba y necesitaba para plantarle cara a esta nueva temporada. Aunque parezca algo imposible, los dos clubes han salido beneficiados de ambas operaciones, tanto en objetivos como económicamente hablando.
Otra de las razones por las que el PSG ha preferido retirarse una vez que parece haber ganado el ‘caso Dembélé’, ha sido la cantidad de problemas que le ha puesto el Manchester City durante la puja por Silva. Las negociaciones por su fichaje fueron rotas en dos ocasiones, ya que ninguna de las propuestas le parecían suficientes, algo que ha hecho que los parisinos prefieran cerrar esta puerta de negociación y centrarse en otros objetivos. De hecho, el medio francés ‘Le Parisien’ ha confirmado que Bernardo Silva no jugará la próxima temporada en el equipo dirigido por Luis Enrique pese a que era uno de los grandes deseos de la dirección deportiva.
Una de las cosas que más complica la relación entre el City y el PSG es que ambos clubes son propiedades de Qatar y Abu Dhabi, creando una especie de rivalidad que en ocasiones llega a ser incluso perjudicial. Por ello, el club francés prefirió dejar atrás estas negociaciones y seguir adelante con otras que eran bastante más seguras.