Aunque dejó marchar al italo-brasileño Bruno Henrique (al Internacional de Porto Alegre), el egipcio Hamed (al Damac FC, ex equipo del otrora bético Nono) y el luso-angoleño Hélder Costa (vuelve al Leeds), el Al-Ittihad, nuevo equipo de Luiz Felipe, se ha metido en un lío con el cupo de extranjeros. La esperanza de convencer al Liverpool por Salah, que sí aceptaba ir a Arabia Saudí, pospuso el trato por el central verdiblanco hasta este jueves, último día de mercado estival en el país de Oriente Medio, aunque también provocó que sus dirigentes no gestionaran bien las plazas foráneas, hasta el punto de que se han plantado con nueve ocupadas, una más de las permitidas. En el Al-Nassr de Cristiano Ronaldo también hubo lío, aunque ahora es el vigente campeón de la SPL el que debe tomar medidas.
Según los medios locales, la reglamentación en la pujante Liga a orillas del Golfo Pérsico no impide tener más de ocho jugadores no saudíes o naturalizados, sino solamente inscribir a todos en los torneos locales (Saudí Pro League y King's Cup). En cambio, sí se permite en alguna de las competiciones internacionales, como el Mundial de Clubes, pero no en la AFC Champions League, que lo limita a seis, una solución que seguramente no contente a los afectados. En favor del club de Jeddah hay que decir que intentó a última hora deshacerse de una de sus primeras incorporaciones veraniegas, el portugués Jota, por el que pagaron más de 29 millones de euros al Celtic de Glasgow, aunque un problema con el TMS de la Fifa (Transfer Matching System for international player transfers) podría haber frustrado la operación.
El egipcio Hegazy, con una rotura del cruzado que le inhabilita hasta el año que viene, ha sido el sacrificado, aunque amenazaba con denunciar para cobrar su contrato íntegro, mientras que el brasileño Romarinho se ha marchado unos días de vacaciones a Turquía, aprovechando el parón, para reflexionar, después de pedir su marcha al Al-Shabab, que no fue aceptada por unos dirigentes del Al-Ittihad que se enfrentaron en privado con su entrenador tanto por Jota, a quien Nuno Espírito Santo quería mantener, así como por el meta Marcelo Grohe, que apuntaba a ser otra de las víctimas colaterales del fallo de cálculo con los extranjeros y que justificaba el fichaje de un cuarto portero, el local Al-Mayouf, aunque es verdad que su compatriota Al-Jadani está lesionado de gravedad. El internacional Al-Owais estaba a las puertas.
Ahora mismo, el club aurinegro cuenta en su plantilla con los siguientes futbolistas no nacidos en el país asiático: cinco brasileños (Grohe, Luiz Felipe, Igor Coronado, Fabinho y Romarinho, los tres primeros con pasaporte italiano), dos franceses (Kanté y Benzema, ambos con orígenes africanos), un portugués (Jota), un egipcio (Hegazy), un marroquí (Handallah) y el guineano Haroune Camara, aunque éste se nacionalizó saudí hace tiempo. El citado zaguero de Ismailia no fue registrado, aunque tiene contrato hasta 2026, mientras que uno de los nueve nombrados inicialmente deberá quedarse también fuera de los planes del entrenador en la SPL.