A los porteros se les condena habitualmente por un único error, aunque antes hayan protagonizado varios aciertos. Es el pan de cada día en esa demarcación. Esto le ha ocurrido este jueves a Yassine Bono, ex del Sevilla FC, que regresaba a la titularidad con el Al-Hilal en el encuentro de la séptima jornada de la Saudí Pro League contra el Damac FC. El también conjunto de Neymar Jr. está invicto en la principal competición doméstica y ocupaba hasta ahora el liderato, por lo que se presentaba como gran favorito en su visita al penúltimo, si bien saltó la sorpresa en Khamis Mushait. Y es que un libre directo bastante lejano del rumano Stanciu se convertía en el 1-1 definitivo con la involuntaria colaboración del cancerbero marroquí.
Ausente el lunes en el duelo de la AFC Champions League contra los uzbekos del Navbahor Namangan, que dio inicio a esta mini crisis de los de Jorge Jesús con otras tablas, Bono fue uno de los damnificados del míster portugués, pues el equivalente asiático a la UCL tiene unas normas más estrictas en cuanto al cupo de extranjeros por club, que baja de los nueve que se permiten en la SPL a cinco como máximo sobre el terreno de juego. En el retorno a Arabia Saudí, el nuevamente nominado a los premios 'The Best' como mejor cancerbero del Mundo formó con el dorsal 37 bajo los palos de la escuadra de Riad, que se adelantaría por medio del brasileño Malcom en su primer y único disparo a puerta de todo el partido, que aconteció a los nueve minutos.
Mediada la segunda mitad, una falta a 30 metros de la portería no fue óbice para que Stanciu sorteara la barrera y sorprendiera por su palo a media altura al otrora nervionense, desfavorecido por el bote. Se quejó éste de que varios de sus compañeros se movieron y abrieron, agachando algunos la cabeza, aunque es evidente que el meta no está muy afortunado. Para ser justos, Bono realizó varias paradas de mérito antes y después de esa jugada en el ecuador del segundo tiempo, ya que el Damac gozó de cuatro oportunidades para haberse llevado los tres puntos. Especialmente, un cabezazo al filo del descanso que el bueno de Yassine sacó de la misma escuadra, así como un mano a mano en el alargue del segundo tiempo en el que sale de su portería para encimar al delantero local y taparle todos los huecos.