Apartado de los terrenos de juego desde mediados de febrero por una lesión de tobillo, Gabri Veiga ha logrado evitar el quirófano, pero no hay un plazo estimado para su regreso después de haberse perdido los últimos siete encuentros del Al-Ahli en la Saudi Pro League.
Definitivamente, la aventura del futbolista gallego en Arabia Saudí no está yendo como esperaba. Su decisión de poner rumbo el pasado verano al pujante campeonato asiático fue muy criticada por algunos, al considerar que antepuso un jugoso contrato en términos económicos a la posibilidad de dar el salto a un gran club europeo. Incluso, estaba en el punto de mira del Real Madrid.
Más allá de esa cuestión, la realidad es que el ex del Celta de Vigo no está ofreciendo el rendimiento esperado. Antes de caer lesionado había participado en 18 encuentros, con un balance de 4 goles y 3 asistencias, lejos de los 11 tantos que firmó la pasada campaña en LaLiga EA Sports.
Esta situación ha hecho que también pierda protagonismo en la selección española sub 21. En la última lista de Santi Denia fue baja por la citada dolencia física, pero antes de ello, su participación ya ha ido menguando a lo largo de la temporada.
Tras ser titular ante Malta y Escocia en el parón de septiembre y ser sustituido en el descanso frente a Uzbekistán, sólo acumuló 10 minutos de juego en los partidos ante Kazajistán y Hungría entre octubre y noviembre, quedándose sin convocar en el empate ante Bélgica pese a formar parte de la lista.
Todo esto puede tener una importante consecuencia, pues son muchas las voces que ponen en duda su presencia en los Juegos Olímpicos de París el próximo verano. Una posibilidad que puede suponer todo un mazazo para Gabri Veiga, que a sus 21 años estaba llamado a ser una de las estrellas de España en la gran cita olímpica e incluso estaba en su momento en el punto de mira de Luis de la Fuente para la absoluta.
Con contrato en vigor hasta 2026, el de Porriño aclara que se siente a gusto en Arabia Saudí cada vez que se le cuestiona por ello. Pero la recuperación de su lesión la está llevando a cabo en su localidad natal, visitando incluso Balaídos para ser premiado como el mejor jugador celeste de la pasada temporada.
En el Celta, obviamente, sueñan con su regreso y no han parado de lanzarle guiños, aunque se trata de una opción muy complicada. Ahora bien, la posibilidad de quedarse sin Juegos Olímpicos podría llevar al gallego a replantearse su futuro para noi ver estancada su incipiente carrera.