Unai Emery lo ha vuelto a hacer. Y no es casualidad. Sólo un tipo tan obsesionado con el trabajo y tan controlador del más mínimo de los detalles puede adelantarse a la jugada una y otra vez. El técnico del Aston Villa demostró hasta qué punto controla el mercado a la hora de explicar los motivos del fichaje invernal de Álex Moreno, cuya baja cuantía aún se debate en la afición del Real Betis. Unos 13,5 millones de euros, casi la mitad de las cifras que se habían comentado sobre el que en ese momento era el mejor lateral zurdo de LaLiga -estadísticamente hablando-. Tenía información privilegiada y movió ficha de manera certera. Lo mismo ha hecho ahora con Monchi. Ya se le escapó dos veces, cuando era técnico del PSG y luego en el Arsenal FC, y le había llamado varias veces en los últimos meses al llegarle las dudas que albergaba sobre su continuidad en Nervión. Cuando el lío estalló, ahí estaba el siempre insistente técnico de Hondarribia para volverlo a hacer.
"Como sevillista y como profesional, solo puedo darte las gracias infinitas veces, míster. A partir de ahora, desearte toda la suerte del mundo porque creo que las personas trabajadoras como tú se merecen triunfar. Un abrazo enorme, Unai. #noolvidolovivido #graciaseternas", le decía Monchi a Emery en un sentido mensaje en redes sociales tras la marcha del vasco del Sevilla FC con destino al PSG. Habían formado un tándem magnifíco, de dos trabajadores pasionales y obsesivos que se retroalimentaban en la locura con la que ambos viven este deporte. A eso no les va a ganar nadie. Ya incluso se han hecho memes -legendario, el de @elpaquito_2- comparando sus explicaciones con botellas. A ambición competitiva, tampoco: entre los dos suman once títulos de la Europa League, entre otros muchos trofeos.
Desde ese mismo día de su marcha de Nervión, tras ganar tres años seguidos la Europa League y llegar a una final de Copa del Rey, Emery siempre ha ansiado volver a trabajar con Monchi. El de San Fernando lo explicó en su despedida, sin referirse de manera explícita a Unai pero sí a un Arsenal FC que en ese momento le tenía como 'director manager'. "Tenía un preacuerdo por el Arsenal para ganar tres veces más pero venía a casa", aseguraba el exportero relatando su situación en 2019, cuando salió de la AS Roma y finalmente optó por regresar al Sevilla FC. Es más, antes de decantarse por los italianos, en su primer adiós a Nervión, Monchi sonó con fuerza para irse con él al PSG.
"Me voy al Aston Villa porque es un proyecto en crecimiento, en el que puede ser imporante para arrebatarle alguna plaza a los de arriba en la Premier League y porque allí hay una persona (Unai Emery) con la que ha trabajado tres años y medio magníficos en este club y que me ha animado a ir. Contento y agradecido", añadía sobre los motivos de su marcha al club de Birmingham y sobre el papel esencial que ha tenido en su elección el de Hondarribia, que cambió el Villarreal CF (también tocó plata europea) por el conjunto británico con la 22/23 ya empezada y le ha clasificado para la Conference League.
"Primero, quería ver qué soy capaz de hacer otra vez en la Premier. Si soy capaz de construir un camino en un equipo histórico como el Aston Villa. El proyecto que tengo aquí ahora mismo en mis manos es un proyecto que lógicamente no va se va a hacer de un día para otro, ni de un mes para otro, ni de un año para otro. Posiblemente necesite un poco más de tiempo, pero que es claramente con la idea de llegar ahí. Lógicamente, la foto de hoy del Aston Villa es la que queremos que vaya poco a poco progresando para que dentro de dos años tengamos otra foto", explicó el de Hondarribia en una entrevista para DAZN. Del cuadro de Monchi a la foto de Emery con ese mismo Monchi.
En esa misma entrevista, Emery reconocía que, por su dominio del mercado derivado de esa obsesión por el trabajo, era perfectamente sabedor de los problemas económicos del Betis y lo expuso al Aston Villa como una seguridad de acceder a un lateral izquierdo como Álex Moreno, en un gran momento de forma, por mucho menos de su valor de mercado: "Primero, conozco muy bien a los jugadores de LaLiga española. Segundo, hay algunas circunstancias a la hora de comprar jugadores, con algunos equipos que tienen necesidad de vender y nos ofrecen oportunidades". Lo ha vuelto a hacer. Es la (nueva) ley de la botella... aquí se la lleva el que de verdad va a por ella.