Luis Rubiales tuvo que dimitir como presidente de la RFEF por su beso a Jenni Hermoso, tras ser primero suspendido por la FIFA por un periodo de tres meses por la FIFA; fue expulsado de todos los cargos que ocupaba en la UEFA; la propia FIFA le inhabilitó, el pasado lunes, por tres años para participar en actividades relacionadas con el fútbol; y se está enfrentando a un proceso judicial por abuso sexual y coacciones sobre Jenni Hermoso que aún le queda mucho, pero que está por ver cómo acaba. Pero aún hay más...
El Tribunal de Arbitraje Deportivo le abrió un expediente el pasado 31 de agosto, que en su día dio mucho que hablar, pero que se había olvidado dado lo sucedido posteriormente. En aquel expediente, el TAD consideró como grave la acción de Rubiales, pero no muy grave, lo que impidió que el Consejo Superior de Deportes interviniera y suspendiera al aún presidente de la RFEF. Pero ese expediente sigue abierto y su resolución está cercana.
La polémica no estuvo solo en que, al calificarlo de grave, no pudiera intervenir el CSD sino que esta infracción tiene un castigo máximo de dos años.
Sin embargo, el expediente no sólo hacía referencia al beso a la capitana de la selección española sino al gesto de llevarse la mano a los genitales que realizó en el palco de autoridades tras la consecución del Mundial femenino. Y, según publica el diario El País, la propuesta del juez instructor del expediente, Alfonso Ramos, le inhabilitaría también para ocupar cualquier cargo deportivo en España por ese mismo periodo de tiempo que le ha inhabilitado la FIFA: tres años.
El juez instructor designado por el Tribunal Administrativo propone dos sanciones de año y medio por cada una de estas dos infracciones que se le imputan a Luis Rubiales. Año y medio por el beso no consentido a Jenni Hermoso y otro tanto por el gesto del palco.
De seguir adelante y aceptarse la propuesta, el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol cumpliría su inhabilitación al mismo tiempo que la de la FIFA. Aunque difícilmente podría intentar volver a presentarse al cargo o al de presidente de otra Federación con la nueva Ley del Deporte que se va a aprobar. Rubiales tendrá que plantearse un futuro alejado del deporte o, al menos, alejado de ocupar un cargo en alguna de las entidades federativas.