Las investigaciones por el famoso caso Rubiales y su polémico beso a Jenni Hermoso el día de la final del Mundial femenino abren hoy un capítulo más. El juez que investiga el asunto tomará declaración como testigos a tres trabajadores de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
El magistrado de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge sigue recabando testimonios sobre lo ocurrido tras la victoria del Mundial de la selección femenina en Sídney (Australia), el 20 de agosto, cuando Rubiales dio un beso a Jenni Hermoso, que denuncia haber sido presionada para decir públicamente que fue consentido.
De esta manera, a lo largo de esta mañana interrogará a tres testigos: el director de gabinete de Rubiales, José María Timón; el psicólogo de la selección femenina, Javier López Vallejo, y el responsable de 'compliance' (cumplimiento normativo) de la Federación, Javier Puyol.
Tras ellos, continuará la ronda con la futbolista Laia Codina y el presidente del Comité Nacional del Fútbol Femenino, Rafael del Amo.
No obstante, cabe recordar que aunque Rubiales es el principal investigado en este caso por agresión sexual y coacciones, tres de sus colaboradores cuando estaba al frente de la RFEF también están imputados por esas presiones a la jugadora: el exseleccionador Jorge Vilda, el jefe de marketing de la RFEF, Rubén Rivera; y el director de la selección masculina, Albert Luque.
Asimismo, a lo largo de la causa el juez ha tomado declaración ya a una decena de testigos, entre ellos el entrenador de la selección masculina Luis de la Fuente o varias jugadoras como Alexia Putellas.
La semana que viene está programado un careo entre la amiga que acompañó a Jenni Hermoso al viaje a Ibiza tras la final del Mundial y el director de marketing de la RFEF Rubén Rivera.
Hermoso solicitó este careo, previsto el día 30, ante las contradicciones entre la versión de su amiga, que ratificó las presiones que sufrió la jugadora aquellos días para justificar públicamente la actuación de Rubiales, y la de Rivera, que negó cualquier tipo de presión a la internacional o a su entorno.
Y mientras la investigación sigue su curso, el ya expresidente de la RFEF continúa ofreciendo más detalles e insiste en su versión. En su último comunicado se expresa así: "El fugaz beso (no en la boca sino) en los labios, fue consentido, y quien diga lo contrario, está faltando a la verdad. Todo lo expuesto por mí hasta la fecha ha sido mi única versión y así será. Las pruebas visuales, conductuales, incluso las declaraciones espontáneas de ambas partes tras lo sucedido así lo indican".