El Real Madrid tenía una cita crucial de la que posiblemente depende su pase o no la siguiente ronda de la Champions League: comenzaba su andadura por la fase de grupos enfrentándose al 'coco', el Chelsea de una Emma Hayes que es leyenda para el club londinense y quien, por cierto, el año que viene se embarca en una gran aventura: dirigir el banquillo de la selección más laureada a nivel mundial, el estadounidense. Pero, de momento y hasta el fin de la temporada, tiene la mente puesta en su actual equipo, donde ya acumula una década y al que ha hecho crecer y cosechar grandes éxitos. Seguro que querrá despedirse por la puerta grande. Y ante el Real Madrid no se podía permitir un 'pinchazo'. Al final, el partido concluyó con tablas en el luminoso: 2-2.
No obstante, el Chelsea comenzó blando. Posiblemente se vio sobrepasado por la situación cuando llegó el primero de la noche que hizo subir el 1-0 al luminoso. Vino de un trallazo de Olga Carmona desde la lejanía, que desató la euforia en las gradas del Alfredo Di Stéfano, en la Ciudad de Fútbol Real Madrid (Valdebebas). La noche comenzó bien y en el Chelsea había unos desajustes que el Real Madrid podría haber aprovechado mejor mientras pudo. Pronto llegó la reacción.
Desde la banda la entrenadora observaba cómo para las suyas era imposible frenar el avance del equipo madridista y le dirigió una serie de indicaciones a Millie Bright, flamante defensa y capitana del Chelsea, además de internacional con Inglaterra. Parece que se entendieron a la perfección, porque después que de el Real Madrid viviera unos momentos de protagonismo... cuando se acercaba la media hora de juego lo perdió. La presión del Chelsea fue grande, imparable para el Real Madrid. Como pudo, la defensa blanca trataba de frenarlo. La guardameta Misa Rodríguez se erigió como salvadora en algunos momentos, en otra ocasión, la autora del gol Olga Carmona hizo una galopada para ponerse casi sobre la línea de gol y evitar uno cantado. Pero en el minuto 41 poco pudieron hacer para que el testarazo de Niamh Charles no subiera al luminoso para empatar el partido.
Con el corazón en un puño, el partido marchó al descanso. Más cerca estuvo el 1-2 que el 2-2, es una realidad. En la segunda mitad, el dominio fue para el equipo inglés. El equipo de Hayes puso entre las cuerdas al de Toril, que no era capaz de salir de la presión del Chelsea. Las cosas se complicaron aún más cuando la estrella Sam Kerr anotó el 1-2 en el minuto 74. A duras penas el Real Madrid intentaba alguna salida. Algunos cambios dieron refrigerio físico y mental a las madridistas, pero el Chelsea también realizó los propios. Y la polémica fue la protagonista. El partido parecía que iba a terminar llevándoselo el equipo visitante teniendo en cuenta cómo se estaban dando las cosas. Y en los últimos compases llegó la polémica. Una zancada de Athenea, que intentaba desquitarse de la defensora rival, terminó con la del Real Madrid y la Selección española de fútbol sobre el verde, dentro del área. Y la colegiada señaló la pena máxima que Olga Carmona no perdonó para hacer el 2-2. Llegó en un momento en el que el Chelsea no dejaba de asediar y generar ocasiones, un penalti que, de haber VAR, no se habría señalado.
Encima, en la última jugada del partido, al Sam Kerr le anularon otro gol (el 2-3) por fuera de juego posicional. Lo que molestó aún más a la entrenadora. Hayes cargó contra lo sucedido ante el Real Madrid del siguiente modo: "No recuerdo la última vez que nos perjudicaron tanto. Nos han robado. Creo que nos han robado lo que debería haber sido un partido con un 3-1", dijo en la sala de prensa.
"No puedes hablar con las árbitras, no te permiten hablar con ellas. Me centraré en nuestras jugadoras. Todo el mundo ha visto las decisiones de esta noche... Creo que el rendimiento ha sido bueno. No recuerdo la última vez que las decisiones personales y arbitrales nos perjudican tanto", aseguró.
Y habló sobre las polémicas: "El penalti no es penalti porque la jugada es fuera del área. Lo he podido ver desde el banquillo, que la entrada era fuera del área. Y me cuesta creer que no lo hayan visto ellos. Tengo que ver también por qué ese gol al final no ha valido. No había nadie cerca y no sé por qué se toma esa decisión. Es vergonzoso. ¿Fue Niamh? No. ¿Fue Sam interfiriendo a la portera? ¡Estaba a unos siete metros de distancia de ella! Creo que teníamos que hacer ganado 1-3".
Por su parte, el entrenador del Real Madrid, en su opinión sobre el arbitraje de la noche se limitó a decir: "Son parte del fútbol. A veces hay errores, a veces aciertos, es complicado porque también se está en la otra parte. Te perjudica cuando te toca estar en la otra parte, los árbitros también se equivocan, son humanos", indicó.