El 'Caso Rubiales' sigue generando controversia a día de hoy. Con multitud de personajes implicados, todos trabajan en su defensa de cara a la Justicia. Uno de ellos es el exseleccionador nacional Jorge Vilda. Destituido pese a ganar el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, el técnico está acusado por la Fiscalía de coacción. Un delito del que se defenderá revolucionando su estrategia. Ya ha solicitado al Juez que cite a declarar como testigo a la nueva seleccionadora, Montse Tomé, para demostrar que es inocente de lo que se le acusa. Jenni Hermoso sigue en el ojo del huracán.
El magistrado de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge investiga a Luis Rubiales por dos delitos. El primero que se le acusa por agresión sexual y el segundo de coacción, al considerar que existen presiones por parte del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol hacia la jugadora Jenni Hermoso, con el objetivo de enfriar el tsunami mediático que persigue al de Motril desde lo sucedido. Por este mismo delito, también está examinado Jorge Vilda, que reconoció haber hablado con el hermano de la futbolista tras el famoso pico producido en el acto de celebración del Mundial.
Pues bien, el exseleccionador nacional y actual de Marruecos se escuda en Montse Tomé como principal baza en su defensa. Según apunta el portal El Español, Vilda pondrá a la asturiana frente al Juez para que testifique a su favor. Quiere que aclare si esas supuestas coacciones tienen algo que ver con la ausencia de Jenni Hermoso en los partidos de la Liga de la Naciones que España jugó tras la conquista del Mundial.
Cabe recordar, que la delantera madrileña no jugó ante Suecia y Suiza a finales de septiembre al no ser convocada, La razón que dio Tomé fue que no la citó para "protegerla". Un motivo que no convenció a la atacante de Pachuca, que dio muestras de rechazo en redes sociales. Llegó a preguntarse de qué tenía que protegerla.
Por su parte, Jorge Vilda niega que coaccionara a Hermoso con el fin de rebajar la tensión originada en torno a Luis Rubiales. Unas presiones que la jugadora sí denunció en su declaración en la Audiencia Nacional. Pero ahora el técnico madrileño tiene qué explicar por qué sugirió al hermano de la futbolista que hablara con ella para según él "bajar el suflé". Esto puede considerarse como coacción, algo que deberán decidir los magistrados.
Por su parte, Luis Rubiales sigue intentando demostrar que el beso fue consentido. Como la jugadora, volverá a declarar próximamente hasta conocer en qué acaba todo finalmente.