No dejan de sucederse acontecimientos alrededor del 'caso Rubiales', en una semana en la que hay movimientos. Ayer mismo comparecieron como investigados Jorge Vilda y Rubén Rivera, que negaron la coacción a Jenni Hermoso. Todo, un día después de que se emitiera por televisión la declaración íntegra en exclusiva que hizo Jenni Hermoso ante la Fiscalía, después de aquel 'piquito' en la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda en la que la Selección Española de Fútbol que dirigía por entonces Vilda se alzó con el título. La futbolista vive en México, donde es la estrella del Pachuca femenino, aunque no por ello es ajena a todo lo que está pasando en su país natal. Ahora ha vuelto a hablar al respecto, de forma reivindicativa.
La campeona del mundo con España fue ovacionada durante la ceremonia de investidura de los 18 nuevos miembros del Salón de la Fama del Fútbol de Pachuca (México), donde recibió un bonito homenaje. En el evento, figuras como Totti, Xavi Hernández o Carlo Andelotti recibieron el reconocimiento significativo.
En el evento, fue su equipo quien organizó el homenaje. Jenni Hermoso aprovechó su momento para lanzar un discurso emotivo y cargado de significado tras la lamentable actuación del ya expresidente de la RFEF Luis Rubiales: "Fuimos campeonas del mundo porque era la única forma que nos quedaba para ser escuchadas, respetadas y valoradas. Mi Selección nacional cambió la forma de ver el fútbol femenil de muchas personas", aseguró. Volvió a poner en alza el lema 'Se Acabó': "A todas esas personas que no tienen un altavoz para hacerse escuchar quiero decirles que esta lucha es de todos. Ganamos en el campo y fuera de él para asegurarnos un deporte y una sociedad inclusiva que nos proteja a todos. Y a todo el mundo quiero decirles: ¡Se acabó!".
La noche del 20 de agosto del 2023, al levantar la Copa junto a mis compañeras, pude sentir las manos de mi padre cuando me llevaba a entrenar, la sonrisa de mi madre viéndome jugar, y la alegría de toda mi familia compartiendo el sueño de una pequeña futbolista que quería ser campeona del mundo. He jugado al fútbol toda mi vida; tengo 33 años, pero hace unas semanas, sobre el campo del Australia Stadium en Sídney, volví a ser niña una vez más. Aunque ha pasado poco tiempo, me sigo preguntando qué fue lo que hicimos esa noche.
Ganamos un título, dimos la vuelta al mundo y nos convertimos en uno de los mejores equipos de la historia; pero en el fondo, logramos algo mucho más humano, más trascendental. No fuimos campeonas para alzar un trofeo que se queda en las vitrinas, recibir un bono de compensación o salir en miles de portadas que se arrugan con el tiempo: fuimos campeonas del mundo porque era la única forma que nos quedaba para ser escuchadas, respetadas y valoradas.
Mi Selección nacional cambió la forma de ver el fútbol femenil de muchas personas. Estoy segura de que millones de niñas alrededor del mundo se han sentido identificadas y protegidas por este grupo de jugadoras valientes, comprometidas y honradas, que en cada paso que han dado siempre han pensado en el futuro de todas ellas. Han pasado muchas cosas desde entonces, quizá sacrificamos algunas alegrías, alguna celebración, y, sin merecerlo, sufrimos más de la cuenta en un momento histórico para nosotras.
Tengo claro que tenemos una responsabilidad enorme con las nuevas generaciones. A todas esas personas que no tienen un altavoz para hacerse escuchar quiero decirles que esta lucha es de todos. Ganamos en el campo y fuera de él para asegurarnos un deporte y una sociedad inclusiva que nos proteja a todos. Y a todo el mundo quiero decirles: ¡Se acabó! Soy Jenni Hermoso, soy jugadora de fútbol y soy esa niña que logró ser campeona del Mundo.