La Selección española de fútbol, en su sección femenina, se proclamó el pasado verano campeona del Mundo en la cita mundialística celebrada en Australia y Nueva Zelanda. Las entonces dirigidas por Jorge Vilda se llevaron el triunfo en la final ante Inglaterra con un solitario gol de Olga Carmona. La sevillana emuló a Andrés Iniesta en 2010 con su gol en la final de Sudáfrica y entró en la historia del fútbol español al darle a España el primer título de campeona del Mundo.
Desde que España se coronase campeona del Mundo el pasado mes de agosto en la RFEF ha habido muchos cambios, el primero y quizás más importante sea la dimisión de Luis Rubiales como presidente de la RFEF, empujado por la repercusión que tuvo su beso en la celebración de la final a Jenni Hermoso, jugadora de la Selección española.
A la destitución de Luis Rubiales también le acompañó días antes el despido de Jorge Vilda, el entrenador que llevó a España a la consecución de su primer Mundial ya no forma parte del combinado nacional y ahora es el momento de la España de Montse Tomé.
En el seno de la RFEF han cambiado muchas cosas y en parte han tenido la culpa el paso hacia delante de alguna de los pesos pesados del vestuario de la Roja que decidieron no ir a la primera convocatoria de Montse Tomé. La nueva seleccionadora las terminó convocando y ahí se celebró la llamada cumbre de Oliva que terminó con los compromisos de cambios y despidos de forma inminente.
Las Jenni Hermoso, Alexia Putellas, Olga Carmona y el resto de protagonistas que llevaron el fútbol femenino española a lo más alto del panorama futbolístico mundial han sumado ahora una nueva victoria moral al conseguir que sus imágenes estén presentes junto a los del combinado nacional masculino en la sede central de la RFEF.
Para ello, se han rediseñado vinilos y se han incorporado imágenes de las campeonas del Mundo al igual que de otras selecciones nacionales y sus jugadores. Hasta ahora, las imágenes de las jugadores compartían espacio con los hombres en los vestuarios, gimnasio y las salas situadas junto a los campos, al igual que en la residencia. Ahora también estarán en la sede central de la RFEF. Un paso más que puede parecer insignificante pero que supone un nuevo triunfo del futbol femenino en su batalla por la visibilización, más si cabe tras los éxitos que no dejan de llegar en las diferentes categorías.