La pasada semana, el juez de la Audiencia Nacional, Francisco de Jorge, que investiga el caso de abuso sexual y coacciones de Luis Rubiales sobre Jenni Hermoso, aceptaba la solicitud realizada por la jugadora de la selección española, a través de su abogado, para que se produjera un careo entre su amiga y el director de Marketing de la Federación Rubén Rivera.
Este careo cerrará el 30 de noviembre la ronda de declaraciones ante el juez que este lunes comienzan el entrenador de la selección española masculina, Luis de la Fuente, y el exjefe de comunicación de la RFEF Pablo García Cuervo.
El abogado de Jenni Hermoso solicitó este careo debido a "la discrepancia existente entre las declaraciones de ambos" (Rubén Rivera y la amiga de Jenni). "Son de notoria transcendencia para determinar la culpabilidad del investigado al no constar otros medios factibles de prueba para su averiguación", señalaba en la carta la Audiencia Nacional. Una petición que el juez aceptó.
La jugadora, preguntada por esta petición a su llegada a la concentración del combinado nacional, no quiso hablar del caso y remitió a sus abogados, que son los que hasta ahora están transmitiendo toda la información.
Sin embargo, El Periódico ha hecho pública cuál fue la declaración de Rivera que dio pie a esta petición y en la que el director de Marketing de la RFEF negaba haber presionado a la jugadora para que cambiase su versión de los hechos.
"Yo es que ni de besos ni de declaraciones ni de comunicados he hablado con nadie de la federación", señaló en aquella declaración Rivera, que está imputado por presuntas coacciones que denunciaron tanto Jenni Hermoso como el entorno de la jugadora, y que también negó que nadie de la Federación le dijo que hablara con la jugadora del Pachuca.
"La prueba más fehaciente que hay de eso es que la propia Jennifer Hermoso se dirige a mí en las horas posteriores a los brevísimos contactos que había tenido con ella. Se dirige a mí al día siguiente cuando se van de la isla (Ibiza) y así una tras otra, todas las jugadoras, dándome las gracias reconociendo el trabajo que había hecho", añade Rivera en su declaración.
El director de Marketing añadía que: "el señor Rubiales no contacta conmigo en ningún momento". Y, de hecho, Rivera asegura que ni siquiera sabía la trascendencia que había tenido todo lo acontecido en torno al beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso. "Medio consciente le digo. Medio consciente. Porque le repito y se puede comprobar, estaba trabajando 20 o 22 horas al día, sin exagerar en muchísimas cosas", afirma antes de añadir que por eso no le dio "mayor transcendencia".
Sí reconoció haberse dirigido a Hermoso para que hablara con Miguel García Caba, director de Integridad, para que se hiciera el informe acerca de lo ocurrido en la celebración por el título y la entrega de medallas, pero señala que ni lo hizo con "insistencia" ni le dijo que hablara con Albert Luque, que al igual que él, también está imputado por presuntas coacciones.
De igual forma, también negó que eso ocurriera tras cargar él el móvil de la jugadora. "Eso es completamente incierto. A nadie en 5 minutos se le ha cargado un móvil como para funcionar", señala.
Las filtraciones de lo acontecido en la Audiencia Nacional ya hicieron que los abogados de Jenni Hermoso pidieran unas garantías de que no se iban a volver a producir, solicitaban tomar medidas contra los responsables de las mismas y "buscar soluciones para garantizar la seguridad y custodia de las informaciones de la causa durante el proceso penal".