Fue la punta del iceberg, la gota que colmó el vaso para las futbolistas de la Selección Española de Fútbol, que llevaban décadas denunciando una discriminación sistemática hacia ellas. Todo el rato pedían lo mismo: ser tratadas con dignidad y respeto, poder ser profesionales y dedicarse al fútbol, pasión y profesión para las jugadoras. Alexia Putellas ya lo mencionó en la rueda de prensa previa al choque contra Suecia: sólo quieren ser jugadoras, pero no han podido. Han tenido que estar peleando por otros derechos. Después de que lograran el mayor hito de su historia, poco se ha hablado. Parece que haya pasado una década y no poco más de un mes desde que lograran el Mundial en Sídney, porque la polémica que protagonizó Rubiales terminó acaparando todas las portadas.
Dar más contexto, parece innecesario por la gran cantidad de informaciones que se han vertido sobre un asunto que ha hecho correr ríos de tinta. La investigación al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol por presunta agresión sexual y coacciones a Jenni Hermoso avanza y las siguientes dos semanas son claves en la Audiencia Nacional. Es ahí donde están prevista las declaraciones de varios cargos del ente federativo, personas del entorno de la delantera internacional por España y tres jugadoras de la Selección.
Ya han sido recabadas las declaraciones de Luis Rubiales sobre aquel beso en la boca a Jenni Hermoso durante la entrega de trofeos del campeonato del mundo y las coacciones a la jugadora que le imputa la Fiscalía. El viernes 22 de septiembre, tenía que haber testificado la propia futbolista, pero no se produjo su declaración. Lo que siguen en esta dos semanas será clave, porque el juez Francisco de Jorge ha programado una ronda que arranca el 25 de septiembre y se extiende hasta el 2 de octubre.
Este lunes 25 de septiembre, el magistrado tiene previsto escuchar en los próximos días a allegados de Jennifer Hermoso, concretamente su hermano y una amiga de la futbolista. También, a dos peritos de la defensa de Luis Rubiales.
Para las siguientes declaraciones, se esperará al jueves. El 28 de septiembre será el turno de algunos cargos de la RFEF: Rubén Rivera (director de Marketing), Miguel García Caba (exdirector de Integridad), Albert Luque (director de la Selección masculina) y Patricia Pérez (jefa de prensa de la Selección femenina).
Para el siguiente mes, el lunes 2 de octubre, llegará el momento de los testimonios las tres futbolistas de la Selección Española de Fútbol.
Juez y Fiscalía realizarán cuestiones encaminadas al beso de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso. La futbolista asegura que no hubo consentimiento, discurso contrario defiende el expresidente de la RFEF y, en el momento del famoso 'piquito', superior de la jugadora. Además de eso, también harán preguntas sobre las supuestas presiones que habría recibido la jugadora y su círculo más próximo por parte del exmandatario de la Federación con el fin de que justificase públicamente lo ocurrido.
La Fiscalía indagó por el entorno de Luis Rubiales, al cuestionarle si colaboradores suyos como Jorge Vilda (exseleccionador del combinado nacional femenino), Albert Luque, Rubén Rivera y Pablo García Cuervo (Prensa) presionaron a la jugadora. El expresidente lo negó, con lo que este jueves Fiscalía y juez interrogarán directamente a algunos de ellos (Luque y Rivera).
Fue el pasado 11 de septiembre cuando la Fiscalía presentó la querella contra Luis Rubiales por los delitos de agresión sexual y coacciones, al considerar que aquel beso en la boca propinado a Jenni Hermoso no fue consentido en base a la declaración de la propia futbolista cuando formalizó su denuncia contra el que en aquel momento era su superior ante el ministerio público.
En la misma, aparece se habla de la "situación de hostigamiento, en contra del desarrollo de su vida en paz, tranquilidad y libremente" sufrida por Jenni Hermoso. Se debe a las supuestas presiones dirigidas tanto a ella como a su entorno con la finalidad de que justificase de manera pública los acontecido. Luis Rubiales se negó en principio, pero terminó dimitiendo el 10 de septiembre del 2023 como presidente de la RFEF y tiene abierto un expediente ante el TAD (Tribunal Administrativo del Deporte). La FIFA, además, lo suspendió de forma cautelar durante 90 días tras aquel episodio en Sídney.