Alejandro Sáez3 min lecturaEl inoportuno beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas del Mundial Femenino conseguido por España convirtió al ya expresidente de la RFEF y a la internacional española en protagonistas, dejando en un segundo plano el hito conseguido para el fútbol femenino español. Una inapropiada conducta que, luego, ha traído consigo un tsunami de consecuencias legales y una corriente de opinión pública que, entre otras cosas, hizo saltar por los aires el organigrama de la RFEF, siendo inhabilitado Rubiales de su cargo como presidente.
Mucho y muchos han hablado desde entonces al respecto, siendo ahora Gerard Piqué una de las últimas voces públicas en pronunciarse sobre lo sucedido. Controvertido como siempre, especial interés cobra la opinión del exfutbolista del Barcelona, quien mantiene una relación bastante estrecha con Rubiales, con quien, incluso, ha compartido algún que otro negocio, como la celebración de la Supercopa de España en Arabia Saudí, lo que dejó al catalán suculentas comisiones como intermediario.
En una entrevista en RAC1, Piqué ha admitido que hace bastante tiempo que no habla con Luis Rubiales, del que era bastante próximo. Pese a ello, entiende que el asunto quizá se ha mediatizado en exceso, y es que, en su oponión, "la gente se toma todo muy a pecho".
"Prácticamente no he hablado con él. El tema es muy complejo. Podríamos estar dos horas hablando. Porque son muchas cosas en una y la gente lo mezcla todo", empezó argumentando Gerard Piqué sobre lo sucedido con Rubiales: "Es como la política, muy pasional. Debemos sacar esta pasión".
Una opinión que se hace más controvertida, al asegurar Piqué que "al final lo que hay que contar es la verdad". "La gente se lo toma todo muy a pecho. Es un tema muy sensible, muy personal pero hay que saber la verdad de lo que ocurre", apostilló Piqué sobre lo sucedido con Jenni Hermoso.
Geri, como así lo llamaba Rubiales en los audios que se filtraron sobre las relaciones comerciales entre ambos, parece que ahora no quiere mojarse en exceso en un sentido ni en otro. Cabe recordar que Piqué y su empresa, Kosmos, se embolsaron 24 millones de euros por hacer de intermediario en el acuerdo que la RFEF alcanzó con el gobierno de Arabia Saudí para llevar allí la Supercopa de España, reportándole al fútbol español 40 millones de euros por cada una de las sesis ediciones firmadas en tierras árabes. Todo un negocio redondo, o al menos así lo defendieron los protagonistas. No se tiene tan claro, en cambio, para quién.