El fútbol femenino español triunfa lejos de nuestras fronteras. Con Juan Carlos Amorós, ex del Real Betis al frente, el Gotham FC se ha proclamado recientemente campeón de la National Women’s Soccer League (NWSL), siendo Esther González y Maitane López las dos primeras futbolistas españolas que levantan el título en la liga de Estados Unidos.
La primera de ellas puso rumbo al país norteamericano el pasado mes de agosto, tras proclamarse campeona del mundo con la selección española. Lo hacía después de una larga trayectoria en nuestra liga, vistiendo las camisetas de Levante, Atlético Málaga, Sporting de Huelva, Atlético de Madrid y Real Madrid.
Su última campaña en el conjunto blanco no fue todo lo que bien le hubiese gustado, de ahí que hiciera las maletas en busca de una nueva experiencia que no ha podido comenzar de mejor forma. De momento, suma tres goles en ocho partidos, uno de ellos el de la victoria en la final de la NWSL (1-2) ante el Ol Reign de Megan Rapinoe. Pero algunos aficionados del conjunto madridista no guardan un buen recuerdo de Esther González, que no ha dudado en responder a las críticas recibidas en las redes sociales.
"Si fuera menos bocazas y un poco más humilde, igual le iba mejor", le ha escrito un usuario en X, el antiguo Twitter, pero la delantera ha dejado claro que le “va bien la vida”, acompañando su mensaje con un emoticono sonriente. Más contundente se ha mostrado aún, sin embargo, ante el comentario de otro usuario, que valoraba su paso por el Real Madrid.
“Su trayectoria fue de más a menos. Una pena porque su principio no anunciaba un final tan intrascendente, de titular indiscutible a jugadora de rol”, señaló, obteniendo la respuesta de la internacional española: "39 goles querido, en año y medio. Me dejaron de poner. Cuántos hubiera hecho", se cuestionó Esther González.
De este modo, la ex jugadora merengue ha lanzado un dardo al que fue su entrenador, el también ex jugador de Real Madrid, Celta o Espanyol, Alberto Toril. Y es que, durante su primera temporada, la granadina jugó 2.242 minutos con la camiseta blanca, cayendo su participación en la segunda hasta los 1.463’.
Tras esa pérdida de confianza por parte de su ex técnico, Esther González disfruta de nuevo, a sus 30 años, de un gran momento. Era fija en los planes de Jorge Vilda en la selección, siendo la delantera más utilizada por el madrileño cuando decidía jugar con una única punta como referencia, y sigue contando con el respaldo de Montse Tomé, su sustituta. De hecho, no ha faltado en ninguna de sus dos convocatorias, si bien en la primera de ellas acabó cayéndose de la misma por una lesión.