Alexia Putellas es una estrella que sale del terreno de juego para colarse en el panorama mediático. Siendo futbolista, puede ser lo habitual. No lo era hace poco más de un lustro, o casi una década, en el caso del fútbol femenino donde ellas siempre han estado condenadas al ostracismo. Poco a poco se fueron superando barreras. Estar en un club como el Barça y haberlo ganado todo con él, ser doble campeona del Balón de Oro y, encima, haber levantado un Mundial... merece que al menos todo el mundo conozca su cara y su nombre. Aunque de lo que más se haya terminado hablando es de la polémica despertada por Luis Rubiales, ya expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, el famoso 'piquito' a Jenni Hermoso en la entrega de medallas tras la final de Sídney y por el que el juez lo está investigando. Alexia ya prestó sus declaraciones. Este viernes será Laia Codina quien lo haga. El 2 de enero está prevista la comparecencia de Jenni Hermoso.
Alexia llegó al Mundial después de haber sufrido una dura lesión: rotura de ligamento anterior cruzado. Recuperada aunque con pasos cortos y firmes, poco apoco iba devolviendo al público su arte, su magia sobre el terreno de juego. En la última concentración de Montse Tomé del año para Italia y Suecia, partidos de la Nations League causa baja por molestias en la rodilla izquierda (la misma que se lesionó de gravedad antes de la Eurocopa de 2022). Unas molestias que la han hecho perderse también los últimos partidos de su club. Club, además, en el que la renovación está costando (o tardando) algo más de lo previsto. Ella se enfoca para terminar de recuperarse al 100% y seguir cosechando éxitos. Ahora los objetivos son la Champions y poder estar en los próximos Juegos Olímpicos de París con la Selección dirigida ya por Montse Tomé.
Ahora habla en una entrevista con Harper’s Baazar en la que se abre sobre su situación y el 'caso Rubiales'. Asegura que lo sucedido con su compañera Jenni Hermoso "no fue algo aislado", motivo por el que, pese a haberlo pasa mal, en parte explica que fue importante "la magnitud" de lo sucedido con Rubiales: "A ver, sí, por la magnitud que tuvo el tema, que ha sido la que tenía que ser. Lo que pasó no es algo aislado en el fútbol femenino, es algo que pasa en demasiados ambientes, y justo fue a dar con un lugar en el que la expectación y la visibilidad fueron mundiales", señala. Y detalla: "Nuestro título no va a perder importancia por ello. Vamos a ser Campeonas del Mundo, como mínimo, 4 años más. Y eso no nos lo quita nadie. Eso es lo que vamos a recordar", indica.
Lo cierto es que se ha hablado mucho de cómo la actuación de Rubiales terminó empañando el gran hito conquistado por la Selección, aunque ella hace una lectura más positiva. Además, las jugadoras se terminaron uniendo bajo el lema #SeAcabó, que terminó dando la vuelta al mundo: "No podía ser de otra manera. No había otra forma de reaccionar. Pasó algo super desafortunado y estar a su lado y apoyarla era lo mínimo que podíamos hacer".
El 'caso Rubiales' también ha dado la vuelta y todavía continúa su curso. Las jugadoras, tuvieron que salir del terreno de juego a marchas forzadas y cuando recibieron la convocatoria de Montse Tomé, la primera, la más rocambolesca, todo dio un giro de 180º que terminó reuniéndolas junto con el CSD y la RFEF en Oliva. Otras veces ha hablado de eso: las futbolistas al final han tenido que estar también en despachos, "reuniones y citas muy diferentes a las que debe tener un deportista de élite", dice. "Pero se tenía que hacer. A nosotras nos ha tocado esto, a las generaciones de futbolistas anteriores les tocó que las insultaran por jugar".
Poco a poco, van conquistando lo que pretendían que no era más que practicar su pasión y profesión con respeto y dignidad, como han dicho en muchas ocasiones ya. Alexia habla de orgullo, pero también de tristeza y hay algo que la inquieta: se realizaron unas filtraciones que afectaron de lleno a Jenni y a sus compañeras: "He aprendido mucho de esto. Muchísimo. He tenido momentos de orgullo y de tristeza, porque no encuentro normal que haya habido filtraciones y no se garantice cierta privacidad. ¿Por qué pasa esto? Qué pena. Pero también he sentido mucho orgullo, sobre todo por los debates que se han generado. Estamos en un momento, hombres y mujeres, muy importante de deconstrucción y construcción. Y creo que nos podemos permitir equivocarnos, pero tenemos que aprender y mejorar. Sólo eso nos hará una sociedad mejor en la que todo el mundo se sienta a gusto, orgulloso y respetado sea como sea".