El beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso y todo lo que ha conllevado esta reprobable actitud ha monopolizado prácticamente la actualidad del fútbol femenino a pesar de haber alcanzado la gloria en el Mundial y del emocionante arranque de La Liga F.
Por ejemplo, de las dos veces Balón de Oro, Alexia Putellas, solo se hablado acerca de su declaración en la Audiencia Nacional en el caso abierto contra Rubiales por supuesta agresión sexual y coacciones a Hermoso, pero, ahora, merced a sus méritos deportivos ha revertido la situación.
No en vano, la talentosa jugadora catalana ha sido noticia por conseguir toda una proeza que ha dejado en un segundo plano el revuelo generado por el expresidente de la Federación Española de Fútbol. Y es que Putellas se ha convertido en la máxima anotadora de la historia del Barcelona tras contribuir con un nuevo gol en la victoria contra la Real Sociedad (3-0).
Con este tanto, ya suma un total de 181 dianas como futbolista azulgrana y, curiosamente, iguala a su compañera en la selección Jenni Hermoso, en el centro de atención desde la consecución del Mundial. Un gol que ha llegado en el minuto 51', con una acción dentro del área que ha terminado con un zurdazo a la red.
Un hito que llega después de haber cumplido a principios de temporada 400 partidos como futbolista del Barça, lo que la embarca en la búsqueda de un nuevo récord, que se antoja tan difícil como asumible: ser la jugadora con más partidos oficiales en la historia azulgrana.
Un honor que ahora mismo ostenta Melanie Serrano, que alcanzó la friolera de 517 encuentros, 115 más de los que acumula ahora mismo la futbolista española más laureada a nivel internacional (402). Hagan cuentas. Alexia tiene 29 años y un puesto asegurado en el Barça durante varios años más tras 10 temporadas vistiendo los colores culés, por lo que se trata de un reto al alcance de la campeona del mundo.
Desde luego, sería un broche de oro para una carrera impresionante en la que también mira hacia otros desafíos, porque todavía se encuentra a tiempo de, como mínimo, disputar un Mundial más y enriquecer un palmarés alucinante, sin olvidar las Eurocopas que haya por el camino.
Un soplo de aire fresco después de todo lo que ha sucedido en lo extradeportivo y que, injustamente, dejó en un segundo plano el gran éxito español.