Aitana Bonmati, campeona del mundo con la selección española en el Mundial celebrado hace unos meses y nombrado mejor jugadora del mundo por la FIFA, ha concedido una entrevista al programa Salvados en donde ha hablado de toda la actualidad del fútbol femenino con su presentador Fer Gonzo. La centrocampista del Barcelona ha hablado sobre la crisis que ha vivido la selección española de fútbol femenino, los sueldos que tiene y las condiciones en las que juegan en ocasiones. La futbolista ha sido muy crítica.
Aitana Bonmati, jugadora de la selección española, fue especialmente crítica cuando Fer Gonzo le recordó que el salario mínimo de una jugadora profesional en España es de 21.000 euros, el cual fue conseguido tras la huelga de hace unos meses. "Es un salario bajo para una futbolista profesional. Nuestra profesión implica una dedicación total, con viajes, con restricciones...", dijo la centrocampista que argumento que ellas en ningún momento han pedido cobrar como sus compañeros masculinos. "La desigualdad es obvia, nosotras no pedimos ni mucho menos cobrar lo mismo que los hombres, porque no creemos que tenga que ser así, sino igualdad de condicionas y una apuesta. Ahora mismo el Barça gana dinero con nosotras. Desde que soy profesional nunca he pensado en dejarlo". Además aseguró que algunas veces se pregunta "cómo puedo seguir jugando aquí" ya que muchos campos son de "césped artificial".
Aitana Bonmatí también abordó el tema de la crisis de Las 15 por la cual muchas jugadoras fueron apartadas por la RFEF y por el ex seleccionador Jorge Vilda al pedir cambios dentro de la selección española de fútbol femenino. "Era un momento difícil para nosotras porque no queríamos estar con la selección. Actuamos como nos sentimos en ese momento. Sentíamos que cada vez que nos llamaba la selección, en vez de disfrutar sufríamos. Queríamos un trato igual de profesional que en el club. La diferencia era muy grande. Y tomamos la decisión de no ir, a ver si se daban algunos cambios".
Por otro lado, habló también de la marcha de Luis Rubiales, quien dejó su cargo como presidente de la RFEF, después de la polémica que ha habido por su beso, presuntamente no consentido a Jenni Hermoso, su compañera de equipo, lo cual está en pleno proceso judicial. "Si sirve para que haya mejoras definitivas, el hecho de que se haya empañado nuestro Mundial, habrá merecido la pena. Hay cosas que pedíamos mucho más allá que el beso. Esto lo hemos intentado llevar siempre de forma interna. Yo personalmente no puedo hablar de algo que no vi y tampoco me gustaría profundizar en un tema que no debo, porque está en juicio y no quiero interferir en nada que pueda repercutir a Jenni, se trata de un proceso judicial que no es rápido".
Aitana Bonmatí también aclaró que querían decir cuando exigían un entorno seguro. "Por todo lo del beso y lo que pasó después... Es obvio que no nos sentimos a gusto en el lugar de trabajo. Que personas de la Federación que deben velar por los intereses de los jugadores y las jugadoras miren hacia otro lado no es muy seguro".