A sus 38 años, Sergio Ramos se machaca en el gimnasio para seguir manteniendo su forma y resolver su futuro. Sin equipo, el zaguero espera un nuevo reto como profesional que le convenza, tanto en lo económico como en lo deportivo. Libre, no estaba supeditado al mercado de fichajes, pudiendo firmar todavía por cualquier club que tenga fichas disponibles.
‘Novias’, lógicamente, no le han faltado a Sergio Ramos, cuyo futuro parece destinado a acabar en el fútbol saudí o en la MLS de Estados Unidos, aunque por el momento no ha cristalizado ninguno de los intereses. El Al-Nassr de Cristiano Ronaldo, el recién ascendido Al-Ohobah y el San Diego de Estados Unidos son los clubes con los que se ha relacionado al camero en las últimas fechas, aunque Ramos sigue en su finca de Sevilla, rodeado de su familia y amigos, al tiempo que se prepara en lo físico al máximo, tal y como se encarga de compartir en sus redes sociales.
Por ahora, Sergio Ramos no ha querido tomar ninguna decisión acelerada, ganando tiempo y quedando en barbecho, como ya hiciera De Gea el curso pasado. Todo apunta a Estados Unidos, donde la MLS comienza a competir en enero. Su hermano y agente, René Ramos, ya ha viajado hasta California, de hecho, para conocer de primera mano la propuesta. Viviría cerca de Los Ángeles, por lo que la idea parece seducirle tanto a él como a su esposa.
Mientras tanto, en España se le presenta otro sorprendente destino. Y no precisamente por el calado de la entidad, que es importante, sino por la categoría. Y es que hablamos del Deportivo de La Coruña, que esta temporada milita en Segunda división tras ascender el verano pasado.
Un rumor que ha llegado a convertirse en viral a través de las redes sociales y que, por ilógico que parezca, llegó a ser creído por algunos en torno a Riazor. Con el mercado de fichajes cerrado, el Dépor tenía fichas libres, por lo que se lanzó a cerrar un refuerzo inesperado, noticia que llegó hasta sus aficionados. Una bola de nieve que cada vez se fue haciendo más grande hasta el punto de que algunos despertaran la falsa ilusión de que ese futbolista era Sergio Ramos.
Los argumentos eran algo banales, aludiendo a ciertas palabras de Sergio Ramos que, antes de firmar por el Real Madrid en 2006, cuando dio el salto a la élite con el Sevilla, reconoció que simpatizaba por aquel entonces con el Dépor, llegando incluso a tener algún póster del conjunto coruñés en las paredes de su habituación. En definitiva, un último capricho que Sergio Ramos estaría dispuesto a darse en Segunda como profesional, antes de acabar colgando las botas.
En definitiva, una serie de argumentos que nada tenían que ver con la realidad y que se fueron engordando boca a boca hasta el punto de aparecer en redes numerosos montajes de Sergio Ramos con la camiseta del Deportivo de La Coruña. Finalmente, el conjunto coruñés pinchó la burbuja de ilusión blanquiazul, anunciando el fichaje del delantero canario Cristian Herrera, quien a sus 33 años podía firmar fuera del límite de mercado al estar en paro. Ese, y no Sergio Ramos, era el fichaje sorpresa en el que venia trabajando el Dépor una vez que se cerró el mercado.