El gran objetivo del Real Madrid de cara a la próxima temporada no es otro que Kylian Mbappé. Una vez más, será el indiscutible nombre propio del mercado en clave madridista. Una vez anunciada su salida del PSG, se espera que confirme su nuevo destino antes de la Eurocopa y en el Bernabéu ya le esperan con las puertas abiertas.
Pero, al mismo tiempo, los técnicos del conjunto blancos son conscientes de que hay que reforzar tras parcelas, entre ellas el eje de la zaga. Las lesiones han mermada dicha posición esta campaña y habrá que ver en qué estado regresa Alaba, al tiempo que Nacho sigue sin aceptar la oferta de renovación y no hay que descartar su marcha a otro club europeo.
Todo apunta, por tanto, a que legará un central. En este sentido, uno de los nombres que suenan con más fuerza es el del joven francés Leny Yoro, del Lille. Pero también hay opciones de la casa más económicas y contrastadas, siendo muy factibles por ello.
Es el caso conocido de Rafa Marín, cedido sin opción de compra en el Alavés, donde ha sorprendido a todos con su adaptación a le elite. Pero el club blanco también vigila muy de cerca a Mario Gila, que se ha hecho con un puesto en la defensa de tres de la Lazio como central zurdo.
El catalán fue traspasado al conjunto romano en 2022 después de cuatro campañas en la cantera madridista, a la que llegó procedente del Espanyol. Un negocio que dejó 6 millones de euros en las arcas del Bernabéu, aunque como suele ser habitual, el club que preside Florentino Pérez no perdió el control sobre esta joven promesa.
De hecho, el Real Madrid sigue manteniendo el 50% de su pase y posee un derecho de tanteo para poder repescarlo, indicando el diario As que si se pone a tiro, hay muchas posibilidad de que la entidad blanca ejecute esta operación.
En su primera campaña en la Lazio, Gila apenas jugó 764 minutos repartidos en 12 partidos. Una situación que fue incluso a peor en el arranque del presente curso, permaneciendo tres meses inédito, lo que hizo que en enero sonase para equipos como el Getafe, el Rayo Vallecano, el Espanyol o el Hellas Verona.
Pero desde finales de noviembre, el defensor barcelonés de 23 años se ha convertido en un fijo, disputando 24 de los 27 últimos encuentros de su equipo entre todas las competiciones, incluida la Champions League, todos ellos como titular y la gran mayoría de forma completa. Un paso al frente que ha llamado la atención de un Real Madrid que no lo pierde de vista.