Antonio José Medina3 min lecturaDani Ceballos volverá a pisar este martes el césped del Benito Villamarín. Lo hará como 'visitante' para jugar, en el equipo rival del Betis, en el partido de despedida a su amigo Joaquín junto a, entre otros, el otro 'hijo pródigo' Fabián o el exsevillista Sergio Ramos. Su regreso a Heliópolis coincide con el momento culminante de la negociación sobre su futuro, que decidirá si el Betis tiene opciones de incorporarlo o no.
Ya sólo queda él. Aunque la continuidad de Kroos y Modric no es oficial, ya se conoce que seguirán al menos un año más. También, que Asensio y Mariano saldrán, como también Hazard y Benzema, pese a que éstos aún tenían contrato. Y Nacho Fernández confirmó anoche que aceptaría el 1+1 que le ofrecía el Real Madrid y se quedará como capitán tras la salida de Benzema.
Ceballos es el siguiente que debe decidirse y en Madrid son optimistas en que de el ´sí'. El diario AS asegura que Ancelotti retrasó ayer su marcha de vacaciones para poder hablar personalmente con el utrerano, del que es su gran valedor.
La oferta que tiene encima de la mesa es de 29 millones y una ligera mejora de su actual contrato. Unos números con los que el Betis no podría competir, aunque sí tiene en la manga el beticismo reconocido del canterano.
Lo único que retrasa su decisión es la indecisión por su protagonismo en el equipo. Con Bellingham vuelven a ser siete centrocampistas en plantilla y cree que su papel se podría resentir. Y para convencerle de lo contrario, supuestamente, se ha quedado Ancelotti. El italiano le asegura que seguirá teniendo el protagonismo de los últimos meses, en los que no ha sido titular, pero ha jugador de forma habitual hasta casi alcanzar los 2.000 minutos.
Ancelotti lo ve como el futuro recambio de Modric en el centro del campo del Madrid, un hecho que podría producirse el próximo año, que podría ser el último del croata como madridista y, con el Mundial en puertas, tal vez incluso como futbolista.
En el caso de que diera el paso adelante, su regreso al Betis se pospondría, al menos, hasta que el jugador cumpliera 29 años. Aunque a día de hoy, eso no es seguro, dado que siempre existirá la posibilidad de cesión si, como ha pedido, no juega lo que desea. Hoy estará en Sevilla y en el Benito Villamarín, aunque no para lo que muchos béticos habrían querido.