Nabil Fekir no es Houssem Aouar. Pueden jugar en la misma demarcación, sí, aunque, de hecho, coexistieron unos años en el Olympique Lyonnais. Sea como fuere, se trata de dos 'cerebros' capaces de echarse un equipo a la espalda: el segundo, con más opciones de incrustarse en un doble pivote para iniciar desde más atrás; el primero, con un radio de acción más cercano a la portería contraria. El Real Betis trató de juntarlos este verano o, en el peor de los casos, que el más joven obrara un relevo generacional que ha resultado imposible por culpa de la AS Roma. Proyecto más ligado a la 'administración Cordón', a Ramón Planes le gustaba, obviamente, si bien ya tenía claro que, por la inexistencia de contactos desde meses atrás y la escalada salarial fruto de la subasta por el mediocentro, era una contratación imposible. Con todo, a principios de 2023, la secretaría técnica verdiblanca peinó la Ligue 1 en busca de sendos clones.
De un lado, apenas unas semanas antes de lesionarse, el Al-Sadd presentó en La Palmera una tentadora oferta por el mayor de los Fekir, a quien le doblaban el sueldo (se ponía en más de siete millones de euros netos por cada una de las tres temporadas propuestas). En Heliópolis, por aquello de su reciente renovación hasta 2026 y las amortizaciones pendientes, querían recuperar los 20 millones en que se cifró su traspaso en 2019 (19,75 más 10 en variables, algunas de muy difícil cumplimiento), mientras que los qataríes llegaban hasta 16. Al borde del 'deadline' invernal, se llegó a hablar, entre rumores de la Roma y el Barça, de que la escuadra adiestrada por Juanma Lillo pondría un bonus de cuatro kilos sobre la mesa, pero la visita del bueno de Nabil el último día de esa ventana al Benito Villamarín fue, en realidad, para diferir algunos cobros y permitir, con ello, la inscripción de Willian José.
Bien para suplir a Fekir, bien como alternativa a Aouar, los dos nombres que sobresalían en el análisis bético del mercado galo fueron Enzo Le Fée (23) y Ludovic Blas (25). El primero, internacional sub 21 con Francia y presente en este Europeo, es la 'perla' del Lorient, con el que ha firmado seis goles y cinco asistencias en 36 partidos. Acaba en 2024 y se negó a renovar, instando a 'Les Merlus' a venderlo, después de 15 años en su cantera. Diestro, excelente lanzador de faltas y de técnica depurada, es el más parecido a Houssem. Alterna el puesto de mediocentro con el de mediapunta. Su compañero, de familia originaria de Martinica, llegó hasta la sub 20 francesa y es la estrella del Nantes. Zurdo, se asemeja a Nabil en su forma de jugar y en su influencia ofensiva: 12 tantos marcados y 8 cedidos en 51 encuentros con el Nantes, con el que también tiene sólo un año más de vinculación.
Sin embargo, el nuevo rico de la Ligue 1, el Stade Rennais, se los va a llevar a ambos por unos 40 millones de euros: 25 por Le Fée y 15 por Blas. Habituados a retener el talento patrio antes de su exportación, los bretones se harán con los servicios de dos de los mediocampistas creativos más lustrosos del país vecino. No se los quitan al Betis, sino a media Europa, gracias a su poder adquisitivo (acaba de ingresar más de 26 kilos por Badé, Guirassy y Diouf; el curso pasado rozó los 100 en ventas) y a su reciente presencia en Champions, reinvirtiendo las plusvalías en hacer un equipo mejor. Esa posibilidad de ascender dentro de la misma competición, a sabiendas de que no se les va a retener si se revalorizan, ha decantado la balanza.