Emiliano Martínez sigue acaparando portadas. Figura clave en el Mundial de Qatar conquistado por Argentina, el guardameta de Mar de Plata ha estado en el ojo del huracán por sus excentricidades, aunque también por sus paradas, sobre todo en las tandas de penaltis. Su gran torneo le ha puesto en el escaparate y uno de los más grandes clubes de Europa estaría tanteando su fichaje.
El 'Dibu' juega actualmente en el Aston Villa que entrena Unai Emery. El argentino fichó por los 'villanos' en 2020 procedente del Arsenal, quien cobró cerca de 18 millones de euros por su traspaso. Con contrato hasta 2027, parece complicado que el guardameta pueda dejar Villa Park, aunque con 30 años está es la ocasión perfecta para sacar dinero por él.
También hay que tener en cuenta que club es el que pretende incorporar al argentino, nada más y nada menos, según 'AS', que el Bayern de Múnich. El conjunto ha perdido a Neuer para lo que resta de temporada por lesión, por lo que busca un sustituto de garantías.
El Aston Villa y el jugador habrían acordado tras la última renovación del contrato, justo después de ganar la Copa América, escuchar ofertas que vengan de equipos de la Champions League, y es que el Bayern es un tren que el argentino no podría dejar pasar.
Martínez llegó muy joven a Inglaterra, con tan solo 17 años, tal y como él ha recordado en muchas ocasiones. Dejó Independiente de Avellaneda para firmar por el Arsenal. En Londres fue encadenando una cesión tras otra hasta pasar por cinco clubes distintos (Sheffield Wednesday, Rotherham United, Wolverhampton, Getafe y Reading). En junio de 2020, con la lesión de Leno, Arteta tuvo que darle la oportunidad con el Arsenal. Al final de ese mercado de fichajes fue cuando fichó por el Aston Villa y desde entonces su carrera no ha dejado ir para arriba.
Recibió tres goles de Mbappé, pero hizo todo lo posible para evitarlos. Dos penaltis le lanzó la estrella gala y rozó los dos, aunque no pudo detenerlos. Sí lo hizo ante Coman y achicó a Tchouaméni, quien por ajustar lo mandó fuera. Antes, al borde del final de la prórroga, se impuso en un mano a mano con Kolo Muani en una acción sin la que no se explica el éxito de Argentina.