El centro de la defensa es la principal preocupación del Real Betis tras las salidas de Víctor Ruiz y Edgar González y la posibilidad de que Luiz Felipe se marche a la Premier. Así lo ha demostrado el club con muchas gestiones a varias escalas que hablan de lo mucho que se está moviendo el equipo de Ramón Planes.
La rescisión de contrato Marc Bartra abría una puerta a una posible incorporación para el centro de la defensa del Real Betis. Era la opción más factible una vez que lograra eso junto a la de un Leandro Cabrera que, hasta el pasado lunes, tenía una cláusula para poder salir cedido al club que se hiciera cargo de su ficha, algo que no ha hecho nadie. Y también con la de un Salisu que ha sido ofrecido en los últimos días en la secretaría técnica bética y que llegaría a coste cero.
Aparte de ellos, otra de las opciones que gusta, Rafa Marín, tiene un año más de contrato con el Real Madrid, pero que no va a seguir en su filial. Y luego están los jugadores con contrato, que tienen todos un coste más o menos similar, inferior al que el Almería pagó por Edgar. Es el caso de Eric Bailly, por el que el Manchester United está pidiendo 2,5 millones; una cifra similar a la que querría el Basaksehir por Ahmed Touba.
Faltaba por saber el precio de un jugador al que el Betis siguió hace dos años y por el que se ha vuelto a interesar ahora: Facundo Garcés. El equipo heliopolitano se ha unido recientemente a una puja en la que hay metidos varios clubes, entre ellos dos españoles, Celta y Getafe, además del Udinese italiano y del Cruz Azul mexicano.
El jugador de Colón de Santa Fe está valorado como el mejor central de la Liga argentina tras un gran último año y su equipo ya tiene asumido que se marchará en este mercado. Según publica la agencia Télam, el futbolista habría trasladado su deseo de jugar en España a los dirigentes del club, que ya incluso han mirado un sustituto, el paraguayo Carlos Rolón.
Y su precio es similar al de los centrales antes mencionados, pues fuentes del club santafesino han confirmado que tiene una cláusula de rescisión de 2,5 millones de dólares (2,3 en euros). Por lo que, el club que lo quiera, no tendrá ni que negociar, sólo abonar la cifra para hacerse con el jugador.
El Betis ya sabe su valor, así como el de las otras alternativas. Pero antes de decantarse por la opción elegida está tratando de abrir hueco y colocar a alguno de los que están en la rampa de salida para, luego, poder ir al mercado. El central aguarda, pero Bellerín y Marc Bartra lo hacen desde hace más tiempo.