Sparta Praha
Betis
Perdió el Real Betis catorce partidos y casi dos meses después. Lo hizo en Praga ante el Sparta (1-0), que, como el Rangers el pasado 21 de septiembre, la última vez también que los verdiblancos se quedaron sin marcar, aprovechó una de sus contadas llegadas a la portería de Rui Silva para castigar la involución de los visitantes en el segundo tiempo, tras un primero de dominio y mejores ocasiones. Depende ahora el conjunto heliopolitano de los escoceses, que reciben a las nueve de la noche al colista Aris Limassol, aunque dependerá de sí mismo en la última jornada, cuando el triunfo le brindaría el pase automático a los octavos de final de la Europa League, pero seguramente no el empate. Elige, como bien decía el brillante narrador de Movistar Plus Adolfo Barbero, el camino difícil en este objetivo de mejorar sus prestaciones recientes en el segundo torneo continental.
Con el reaparecido Fekir a los mandos, los verdiblancos se plantaron sobre el césped del Letná con las ideas muy claras: un bloque medio-bajo para cubrirse las espaldas y no cometer los errores de la 'ida' en el Villamarín, con la presión alta y escalonada como arma principal y las transiciones rápidas como complemento. Sendas escaramuzas de Nabil brindaron otros tantos disparos desde la frontal de Guido Rodríguez y Borja Iglesias (alto y bloqueado, respectivamente), al tiempo que Assane Diao y Ez Abde desbordaban por los costados. El hispano-senegalés inauguró el carrusel de tiros entre palos con un zurdazo raso que no complicó en exceso, como el posterior del marroquí, a Vindahl Jensen, algo más apurado con los pies ante tiro más cercano del '8'. Su anfitrión lo intentaba sin suerte por dentro, aunque las sensaciones, cumplido el primer cuarto de hora, sonreían a los de Manuel Pellegrini.
Elaboraba lo justo el Betis en la 'sala de máquinas', optando por combinaciones más propias de un rondo y lanzamientos en largo para sus velocistas. El líder del Grupo C no deseaba sorpresas a la espalda de su zaga, por lo que ésta evitaba aventuras osadas y obligaba al Sparta a probar desde lejos, como Haraslin en el 20, fácil para el retornado Rui Silva. Más incertidumbre provocaba a balón parado, la especialidad de los checos, aunque una falta cerrada y un córner idéntico desde el perfil contrario de Birmancevic no pudieron ser rematados a la postre por Vitik y Krejci. Un aviso a navegantes que recibió alto y claro el cuadro español, que pisó el acelerador para volver a encerrar a su rival, llegándose al ecuador con este panorama, que sólo podía cambiar de la manera ya apuntada. La enésima diagonal de Assane generó un gran pase interior para el 'Panda', que recortó bien a su par, aunque no pudo superar al meta danés en el mano a mano.
Si en el minuto 27 llegó la mejor de los heliopolitanos, dos más tardó Haraslin en probar en serio al meta contrario, seguro ante un disparo, esta vez, franco y vertical. Las hostilidades ya se habían desatado y todo parecía cuestión de tiempo y precisión. La que le faltó a Borja para orientar su control dentro del área pequeña a pase de Fekir cumplida la media hora. Mientras tanto, el '38' seguía volviendo loca a toda la zona de contención granate, reafirmando una puesta en escena tan ilusionante como falta de contundencia arriba. Tesitura que intentó contrarrestar la escuadra centroeuropea nada más volver de vestuarios, con penetraciones peligrosas por la banda de Abner. A esas alturas ya estaba sobre el terreno de juego Isco, relevo de un campeón del Mundo que va quemando etapas en forma de permanencia sobre el terreno de juego, pero sin fuelle aún para completar un encuentro.
En pleno asedio, aunque tampoco nada del otro mundo, Haraslin abriría el marcador a los nueve minutos de esta nueva fase, tras un despiste en cadena en un saque de banda rápido de Angelo Preciado que llega hasta el perfil contrario, sorprendiendo el eslovaco a Aitor Ruibal y a Rui Silva con un disparo cruzado. Tocaba remontar, algo muy lejano en el tiempo para un Betis que se apoyó en su 'playmaker'. Panak desviaría bajo palos al filo del cuarto de hora un disparo de Alarcón a pase de Assane que olía a empate. También lo intentó Guido desde la frontal, desviando con apuros Vindahl. El tiempo pasaba y el marcador seguía siendo incómodamente contrario a los intereses verdiblancos. Pellegrini tiró de Ayoze, Luiz Henrique y Willian José en busca de no tener que jugárselo a una carta el 14-D contra el Rangers en casa. Sin embargo, fue Borja Iglesias el que acarició el 1-1 con un cabezazo ajustado a pase de Abner.
A punto estuvo de 'mojar' de nuevo Isco como en La Palmera, pero el desvío pifiado de Panak a su centro-chut se marchó rozando el palo. Asumía bastantes más riesgos a estas alturas el conjunto visitante, que apenas pasó apuros en una contra de Pesek invalidada por fuera de juego. Mucho más cerca estuvo el Sparta de llevarse el 'goal-average' particular sobre la bocina, tras una falta de entendimiento entre Marc Roca y Miranda que permitió a Laçi ganar línea de fondo y ponerla al segundo palo, donde Zeleny no llegó por poco a apuntillar. Lo intentaría a la desesperada el Betis en un alargue nada productivo, hasta el punto de ver Guido Rodríguez una inoportuna amarilla que le hará perderse el decisivo duelo frente a los escoceses del ecuador de diciembre, donde solamente valdrá ganar para verse en octavos de final sin tener que pasar por el purgatorio del 'play off'.
Sparta de Praga: Vindahl Jensen; Vitik, Panak, Krejci; Preciado, Laçi, Kairinen (Pavelka 89'), Zeleny; Birmancevic (Olatunji 82'), Haraslin (Pesek 74'); y Kuchta (Sadilek 82').
Real Betis: Rui Silva; Aitor Ruibal, Pezzella, Marc Roca, Abner (Miranda 84'); Guido Rodríguez, Guardado (Willian José 84'); Assane Diao (Luiz Henrique 76'), Fekir (Isco 46'), Ez Abde (Ayoze 70'); y Borja Iglesias.
Árbitro: Nikola Dabanovic (montenegrino), con el croata Mario Zebec en el VAR. Amarillas al local Birmancevic, así como a los visitantes Aitor Ruibal, Pezzella, Miranda y Guido Rodríguez.
Gol: 1-0 (54') Haraslin.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 5 del Grupo C de la Europa League, disputado en el Estadio Letná de Praga, conocido también por sus nombres comerciales (Epet Arena y Generali Arena). Se congregaron 18.095 espectadores en las gradas, con más de 2.000 aficionados béticos.